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Asturama

Las aguas que rompen barreras

Las piscinas del Parque del Oeste, en Oviedo, son escenario diario del esfuerzo compartido de jóvenes con discapacidad

Fuera de la piscina, Sara Olivares, Beatriz Valderrama (entrenadora) y Adriana Pérez. En el agua, Isma García Molinero, Pablo González Calvo y Alfredo Isla, ayer, en las piscinas del Parque del Oeste. Muisma Murias

Compiten a nivel nacional. Con los mejores. Lo que, además, hace especial a este grupo de chicos y chicas es su discapacidad. Son los nadadores del Club Mareastur de Natación Adaptada de Oviedo, el único de la región que acoge a personas con alguna discapacidad intelectual, visual, física o de parálisis cerebral.

Son las ocho de la tarde. El escenario, las piscinas del Parque del Oeste. La calle 2 es para Adriana Pérez, 15 años, estudiante del colegio La Milagrosa, y para Sara Olivares, 17 años, estudiante de Bachillerato Artístico en la Escuela de Arte. Ambas ovetenses, ambas con discapacidad física y ambas apuntando a medalla en el Open Nacional de Natación Adaptada que se celebrará en Oviedo los días 12 y 13. Nadan en casa.

Junto a ellas Isma García Molinero, de 26 años; Pablo González Calvo, de 23, y Alfredo Isla, de 36. "Soy el viejo del grupo, ya ve". Cada cual a su ritmo (ellas vuelan en el agua), tienen por delante el reto diario, de lunes a viernes, de nadar hora y media.

El Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad se celebró ayer, pero a pie de piscina la fecha no hizo cambiar la rutina. Esa rutina de entrenamientos la marca Beatriz Álvarez Valderrama, nadadora desde 1998 y presidenta del club ovetense organizador del evento. "Tenemos diez nadadores de entre 15 y 34 años que compiten a nivel nacional. Seis de ellos lo hacen en campeonatos absolutos de España. Estamos orgullosos, porque en los dos últimos campeonatos de España de clubes hemos quedado entre los 15 mejores del país", asegura. El Club Mareastur nació en 2013. "Salimos adelante con mucho esfuerzo y el apoyo de la Federación de Deportes de Discapacidad Física de Asturias, cuya escuela de natación es nuestra cantera", explicó la presidenta del club.

Pero nadar no solo busca ganar terreno al crono y colgarse medallas. En jóvenes con algún tipo de discapacidad, ademas, "la mejora física es notable, porque en el agua se pueden mover muchas articulaciones que fuera resulta imposible". En la piscina y alrededores la interrelación también es importante, "este es un entorno que nos permite avanzar hacia la inclusión. Tienen que viajar, con lo que conocen a otros jóvenes como ellos, hacen amigos, y además ganan muchísimo en autonomía personal", dice Beatriz Valderrama mientras Isma, Pablo, Alfredo, Adriana y Sara avanzan metros, consiguen músculo y lo pasan bien. Cóctel perfecto.

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