La crisis económica no sólo ha afectado a familias y a empresas. Los hórreos y paneras asturianos han sido uno de los "daños colaterales" de la recesión. Desde hace ya cinco años, estos elementos singulares no reciben ninguna línea de financiación, de forma que sus propietarios sólo se encuentran trabas legales (por la ley de protección del patrimonio histórico, que establece restricciones al uso y a la rehabilitación), multas sin incumplen la normativa, pero ninguna ayuda. Un "motero" de Carreño que viaja habitualmente por la región, Víctor Manuel Suárez García, ha sido testigo impotente de este deterioro. "De año en año, a veces de mes en mes, veía cómo se iban perdiendo", asegura. Suárez García impulsó una recogida de firmas a través de una plataforma digital, donde ha recibido ya 2.500 apoyos. Ha presentado además una petición a la Junta General del Principado, y a todos los grupos parlamentarios, otra al Gobierno regional, y otras a 33 ayuntamientos.
El primer resultado es una respuesta del consejero de Cultura, Genaro Alonso, a una pregunta formulada por la diputada de IU Concha Masa.
El consejero de Educación y Cultura reconoce el deplorable efecto que ha tenido la crisis sobre el patrimonio de los hórreos asturianos, y asume que la protección actual ha sido insuficiente para preservar estos graneros tradicionales. La falta de ayudas, la protección genérica que impone limitaciones a la rehabilitación, los cambios en la vida tradicional del campo asturiano -que han dejado en muchos casos sin una función a estas construcciones tradicionales- son factores que, según la Consejería, han llevado a este patrimonio a una situación "preocupante". El consejero concluye que "no es posible mantener una situación como la actual, en la que el propietario del hórreo sólo encuentra limitaciones", pero "sin recibir a cambio ayuda alguna".
Alonso anuncia que el año que viene, a partir de enero, se iniciará una reforma legal para cambiar el tipo de protección de los hórreos. La modificación será estudiada por una comisión interna de expertos, junto a la comisión de Patrimonio, aunque el consejero cree que es el momento de "ser selectivos en la protección", de forma que se puedan aprovechar los recursos para "estudiar, identificar y proteger" los hórreos singulares, por su antigüedad, decoración o tipo, para protegerlos.
