En Toronto había subido la población emigrante y escaseaban los trabajadores cualificados. El Consejo Regional de Empleo de la ciudad canadiense cruzó los dos datos e ideó un programa de empleabilidad para emigrantes muy formados que los socios de Compromiso Asturias XXI han incluido entre las propuestas potencialmente valiosas importables al Principado en materia de inmigración. Tuvo éxito, al menos en el plano teórico, ha sido la idea mejor valorada en este área por los participantes en el proceso de examen público al que la plataforma de profesionales asturianos residentes fuera de la región ha sometido a las cien ideas para Asturias que recopiló en 2009. Eran cien ideas distribuidas en diez áreas temáticas y en el capítulo sobre la integración de extranjeros, casi seis de cada diez consultados decidieron que adaptarían la iniciativa canadiense.

El proyecto se asienta sobre cuatro pilares básicos. Hay un programa de acompañamiento que tiende lazos entre inmigrantes y trabajadores locales que ejerzan la misma profesión, de suerte que el recién llegado tenga un "tutor" que le ayude en el proceso. Hay también una base de datos de profesionales foráneos cualificados para facilitar a las empresas su localización y contratación, y además de entregar el "Inmigrant Success Award", un premio al mejor empleador de inmigrantes formados y a la integración de la población extranjera, se edita una publicación -"20 journeys"- que describe las historias de los foráneos que hayan contribuido a mejorar la vida en Toronto.

Tiene la idea su lejana conexión con la realidad asturiana, salvando todas las distancias, toda vez que nace de la conciencia del envejecimiento y de la baja natalidad que, allí como aquí, lastran las cifras de población de la ciudad canadiense. Por eso allí las autoridades llegaron a la conclusión de que cabía centrar el esfuerzo en la atracción de inmigrantes cualificados. Por eso y porque detectaron que los problemas de homologación de titulaciones extranjeras y la falta de orientación y ayuda frenaban el acceso de los extranjeros a un mercado laboral que de entrada les es ajeno.

La iniciativa ha gustado en Asturias. Ha sido la más votada de las diez propuestas en materia de integración de inmigrantes. La segunda con más respaldos, con un 46 por ciento de los apoyos, viene de Dinamarca y plantea facilidades para superar uno de los obstáculos fundamentales del extranjero que se instala en un país extraño, el idioma. En el país nórdico, desde 1999, una ley de Integración trata de facilitar a los inmigrantes la demostración del máximo de sus capacidades en igualdad de condiciones con los profesionales locales. Entre otras medidas, todos los habitantes foráneos y refugiados tienen derecho a tres años de clases gratuitas de danés. Así se ha experimentado desde 2001 un incremento en el empleo de inmigrantes y en el grado de satisfacción de estos "nuevos daneses", que se estimaba en 2009 en un 76 % para la empresa pública y en un 79 para la privada. También ha crecido el número de estudiantes extranjeros completó en centros educativos daneses sus estudios.

En el acopio de iniciativas efectuado por Compromiso Asturias XXI tampoco sale mal parada una australiana consistente en un programa de becas para facilitar a los inmigrantes el conocimiento de cuestiones básicas en la vida del país, como el procedimiento para sacarse el permiso de conducir o el funcionamiento del sistema sanitario. Otras ofertas con alta valoración, que han gustado a la cuarta parte de los encuestados, son la integración a través de iniciativas deportivas o la importación de un proyecto puesto en marcha en el Reino Unido en el que se establecieron cursos de formación para inmigrantes.