Los principales integrantes de la supuesta "banda de los surferos" padecían desde su adolescencia dependencia y consumo perjudicial de distintas sustancias estupefacientes, según declararon ayer psicólogos y psiquiatras en la tercera jornada del juicio que se sigue contra seis presuntos miembros de dicha organización y dos presumibles colaboradores (un tercero llegó a un acuerdo con la Fiscal).

Los primeros en declarar ayer fueron los agentes que realizaron el informe pericial de las armas encontradas en un garaje del supuesto cabecilla de la trama, J. M. P. Ambos indicaron que una de ellas, de 9 milímetros, esta en regular estado de conservación, pero que su funcionamiento era correcto y que los cartuchos que se hallaron también eran aptos para el uso. A continuación declaró una inspectora farmacéutica, quien declaró sobre el grado de pureza de los 23 kilos de MDMA hallados en el mismo registro, indicando que la pureza de la anfetamina base era muy bajo, de 1,6%.

A continuación se desarrollaron las declaraciones de psicólogos, trabajadoras sociales y psiquiatras, para analizar el grado de drogodependencia de los acusados, algunos de los cuales se han sometido a tratamiento para dejar el consumo de estupefacientes.

El objetivo de los abogados era demostrar que la elevada dependencia de sus representados del cannabis, la cocaína, anfetaminas, alucinógenos y alcohol les provocaba una merma de su capacidad cognitiva, anímica, psicológica, e incluso una merma de su voluntad. Un conjunto de circunstancias que les podía llevar a delinquir para conseguir recursos con los que lograr las sustancias estupefacientes que necesitaban para evitar el síndrome de abstinencia.

Según los testimonios de los profesionales que declararon ayer, la edad de inicio de consumo de la mayor parte de los supuestos miembros de la banda fue temprana, en la adolescencia y algunos incluso en la preadolescencia. También en algún caso hubo situaciones de familia desestructurada y abandono escolar.

Todos ellos iniciaron tratamientos de desintoxicación, muchos al ingresar en el centro penitenciario de Villabona tras su detención en 2012. Según los últimos análisis que se les practicaron este año, hace meses que no consumen sustancia alguna.