Investigación, calidad y productividad científica y proyección internacional son las fortalezas de la Universidad de Oviedo que, según el rector, se han destacado a lo largo de los últimos ocho años, correspondiéndose así con los dos mandatos de Vicente Gotor. Pero ayer el máximo responsable de la institución académica reconoció ante el claustro, en su última exposición pública ante este órgano que trabajará "hasta el último día" de su mandato y aseguró tener la conciencia "muy tranquila" ante las críticas que le llovieron del colectivo de profesores, alumnos y personal de administración y servicios (PAS). "Hemos atravesado una época muy difícil, especialmente en el segundo mandato, con un recorte presupuestario intenso que nos ha obligado a tomar importantes medidas de ahorro y ajuste de gasto", subrayó.

Gotor cerró su último informe de gestión antes de la convocatoria de elecciones a rector la próxima primavera imprimiendo al trámite anual de la reunión del claustro un carácter más enfocado a evaluar gran parte de su mandato. "Hemos realizado una gestión lo mejor posible", argumentó. "Si algo ha defendido y va a defender este humilde tector es la Universidad pública", remarcó en su intervención final tras el turno de ruegos y preguntas posterior a la exposición de su informe y el del Defensor Universitario. Uno de los aspectos más negativos que se pusieron de relieve fue la falta de debate y participación en el claustro, un órgano que se reúne solo una vez al año y al que no suele asistir ni la mitad de sus componentes: ayer eran 133 de 300. El rector asumió parte de la crítica, pidió "perdón por los errores" pero aseguró haber trabajado "con honradez y transparencia" pese a lo "exiguo" del último presupuesto.

Otro de los problemas que se pusieron sobre la mesa es el de los recortes de ayudas y becas, algo que Gotor justificó en base a que la prioridad para esta etapa era el empleo y por eso "se redujo la acción social". Se comprometió a mantener el respaldo a los jóvenes talentos y recordó que la productividad científica se incrementó estos años un 40%, facilitando la movilidad internacional de 250 investigadores y 60 profesores en algunos de los centros más prestigiosos del mundo. Por ello, alentó a los futuros candidatos a rector (tres de ellos -Santiago García Granda, Pedro Sánchez Lazo y José Muñiz- presentes en la reunión) a seguir apoyando esta política. En el capítulo de infraestructuras, anunció que el próximo año se ampliará el Museo de Geología y se rehabilitará la residencia Altamira. Sobre el reglamento de permanencia aseveró que tratarán de mejorarlo porque "siempre hemos estado abiertos a cambiarlo" y respecto a otro de los asuntos que más preocupan, los docentes jóvenes que han visto frenado el desarrollo de su carrera académica por limitaciones en la tasa de reposición, dijo que se prevé sacar 60 plazas en 2016 entre titulares y catedráticos.

De entre los candidatos, García Granda planteó mejorar la gestión de los servicios científico técnicos, pidió eliminar el régimen de permanencia en un ciclo que ha venido marcado por el "desánimo" y resultó "decepcionante", a su modo de ver, para gran parte de la comunidad universitaria. Por su parte, Sánchez Lazo tildó el mandato de "oscurantista" y "arbitrario" mientras que José Muñiz echó en falta en el informe del rector una mayor visión de futuro.

El consejo del Defensor Universitario en su resumen del año fue el de unos reglamentos "sensatos y razonables" y en caso de incertidumbre, que prevalezca el criterio del colectivo más desfavorecido: el alumnado. Con Bolonia, señaló Ramón Durán, "se ha convertido a los profesores en hombre orquesta, con grupos de más de 80 alumnos".