Al menos trece incendios forestales en los concejos que integran las Cuencas permanecían ayer activos al cierre de esta edición. La llegada de la lluvia alivió la situación, que tuvo sus peores momentos en la madrugada del sábado al domingo, sobre todo en el valle del Nalón, con focos que estuvieron muy cerca de viviendas y explotaciones ganaderas, aunque no fueron necesarios los desalojos.

Los vecinos de Soto de Agues, en el concejo de Sobrescobio, vieron cómo el fuego se acercaba a sus casas y les obligaba a actuar. Las llamas se quedaron a veinte metros de las viviendas y fueron apagadas por los bomberos, que estuvieron apoyados por los propios vecinos y personal del Ayuntamiento de Sobrescobio. El incendio se había iniciado un día antes en una zona aledaña, pero no se sintió el peligro hasta la noche del sábado, cuando el fuego se aproximó a la localidad ayudado por el viento del Sur. Además, el aire dificultó las labores de extinción.

Según explicaron algunos vecinos del pueblo, "intentó venir un helicóptero, pero le era imposible por el viento". Finalmente, se consiguió controlar el incendio a la una de la mañana. Sabino González, que vive en una de las casas de la zona alta de Soto de Agues, donde estaba más próximo el fuego, señalaba ayer, ya con el foco apagado, que "impactaba mucho de noche porque veías las llamas, pero en ningún momento tuvimos miedo ni llegamos a pensar en la posibilidad de desalojar la vivienda". El fuego afectó también a zonas de la Ruta del Alba, monumento natural y uno de los principales atractivos del parque natural de Redes.

Otro incendio considerable pero que ya está controlado fue el que se originó el sábado por la tarde en La Hueria de Langreo. Hasta allí se desplazó el alcalde, Jesús Sánchez, para apoyar en las labores de organización. Tal y como explicó, el fuego fue subiendo hasta Les Llanes y, más tarde, hasta la zona de Caufel. "El momento de mayor riesgo fue cuando el fuego se acercó hasta una explotación ganadera en Les Llanes", explicó el regidor, que añadió que "llegó a incendiarse un silo de hierba y el problema es que no había agua para apagar el incendio y podía afectar al ganado". Finalmente, la cuba de agua llegó a tiempo y evitó males mayores. "Fue un momento especialmente duro, porque me veía obligado a tomar una decisión difícil con el ganado y el propietario no quería que se moviesen las vacas", apuntó Sánchez, aclarando que, con la llegada de la cuba, "todo se arregló de forma satisfactoria". Además de los bomberos, también ayudaron los voluntarios de Protección Civil, personal del Ayuntamiento de Langreo y los vecinos de la zona. También hubo otro incendio que llegó a las inmediaciones del pueblo lavianés de El Condao.

Igualmente, en Lena se tuvieron que emplear a fondo los voluntarios y los bomberos para extinguir los fuegos que se produjeron en los núcleos de Tablao y Cuturrasu. Las llamas no causaron daños personales, según explicó Protección Civil. No se libraron de la oleada de incendios otros concejos del Caudal como Aller o Mieres, donde también hubo varios focos activos que los bomberos lograron controlar y apagar. El Pino, La Colladona y Brañanoveles fueron algunas de las localidades afectadas por las llamas.