"Si pasa esto en el mes de agosto no queda ni una casa en la zona", comenta el ganadero Rubén González, de La Troncada, uno de los pueblos tinetenses en riesgo de ser evacuado la noche del sábado por la proximidad del incendio.
El aire ayudó a que el fuego se propagase con especial rapidez por una zona de monte bajo y castañedo hasta acercarse a pocos metros de las casas de varios pueblos situados en los márgenes del río Genestaza. "Sobre las seis de la tarde el fuego comenzó a lanzarse por la ladera con el aire y pronto ya no se veía nada con el humo", rememora González. Hasta la finca de al lado de su casa llegaron las llamas y asegura que "si no fuera por la intervención de los bomberos la casa se vería afectada".
Ahora mira desolado el paisaje negro que le rodea y enfatiza que es incapaz de calcular las pérdidas. "Me quemaron muchos cierres y de cara al año que viene me he quedado sin pastos para el ganado porque ahora acotarán la zona y además la parte de monte que tenía desbrozada para pastos no regenerará en al menos dos años", lamenta.
