La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El festín de Nochebuena, a la basura

Los asturianos tiran al contenedor el 25 por ciento de los alimentos navideños, según alerta la Unión de Consumidores, que aconseja planificar las compras

El festín de Nochebuena, a la basura

El festín de Nochebuena no acaba en el plato, sino en el cubo de la basura. Según datos de la Unión de Consumidores, los asturianos tiran al contenedor el 25 por ciento de los alimentos navideños. Para frenar este despilfarro, que encabeza el Principado, a nivel nacional, los expertos aconsejan alargar la vida útil de los productos. ¿Cómo? La clave está en la organización y en la sensibilización. Es decir, en medir las cantidades, comparar precios, realizar una lista y no comprar alimentos que luego no se van a cocinar. Así lo explica Zoilo Grana, quien dirige los fogones del restaurante Casa Zoilo, en Muros de Nalón: "No por ser Navidad hay que poner más platos. Vale más ajustar las cantidades y que los comensales lleguen bien al postre que dejar sobras y tener que tirarlas a la basura".

Sin embargo, en la mayoría de los casas, estos consejos "no sirven de nada", según Dacio Alonso, presidente de la Unión de Consumidores de Asturias. "Las campañas de sensibilización son música celestial para los consumidores. Lo que hay en el fondo es un problema ético y de tradición, y eso es muy difícil de solucionar. Somos presas fáciles de una publicidad agresiva", comenta Alonso. Y así lo demuestran los datos. El estudio "La otra Navidad: comportamientos de los españoles alrededor de la mesa", impulsado por Ikea, señala que en los hogares asturianos es donde más comida sobra en Nochebuena y, en consecuencia, donde más se tira. "Hemos atravesado una crisis tremenda y no hemos aprendido nada de ella. Seguimos instalados en el derroche, a pesar de que entre el 20 y el 30 por ciento de los asturianos no tiene suficiente dinero para llegar a final de mes. El año pasado, las compañías eléctricas cortaron el suministro a 50.000 familias. Y todo porque en estas fechas compramos con el corazón, en vez de con la cartera", reflexiona.

Lo mismo opina Bernardo Sopeña, vicepresidente del Banco de Alimentos, quien insiste en que el derroche atiende a la tradición. No obstante, en su opinión, las compras cada vez son más racionales y por eso insiste en la sensibilización. En especial, de los más jóvenes, "los futuros consumidores". En este campo también trabaja Cáritas Parroquial, que ahora inicia una campaña de ayuda económica destinada a la compra de regalos de Navidad para los necesitados.

Compartir el artículo

stats