No sólo los bancos aplican cláusulas abusivas. También lo hacen las residencias geriátricas. Así lo estima el Juzgado de Primera Instancia número 10 de Oviedo, que ha rechazado la demanda de un asilo contra la familia de una de sus usuarias, fallecida el 2 de junio de 2015. Sus familiares, en vez de pagar todo el mes por adelantado, como se preveía en una cláusula del contrato, abonaron el tiempo que se utilizaron los servicios: hasta el día de su muerte. Esto les valió la denuncia de la residencia, finalmente rechazada, declarando como nula la cláusula contractual por la que pretendía cobrar todo el mes.

La usuaria de la residencia Vital Centro Tercera Edad de Lugones (Siero) falleció el 2 de junio del año pasado. En el contrato se establecía un precio mensual de 1.440 euros más IVA, abonable en los diez primeros días de cada mes. El documento también reflejaba que "la baja del residente por cualquier causa" no daba lugar "a la devolución de la parte de la mensualidad no consumida". Sin embargo, la familia de la mujer fallecida pagó la parte proporcional del mes, 103 euros, por los días en los que se había prestado asistencia. Alegando la cláusula del contrato, la residencia reclamó el pago de los "1.437 euros restantes". La familia, por su parte, consideraba la cláusula como "abusiva".

En la sentencia, el juez explica que "la cláusula pretende el cobro de servicios que no se han llegado a prestar. Más aún lo hace independientemente del hecho de que la baja se deba a la voluntad de quien recibía prestación o a un hecho ajeno, como ocurre en el caso que nos ocupa, en que la baja se debió al fallecimiento". "Por lo tanto", añade la juez, "la cláusula debe reputarse nula", la residencia "no tiene derecho al cobro de cantidad alguna". El Juzgado "desestima íntegramente la demanda", e impone las costas al geriátrico. El abogado Damián Suárez indicó que la familia de la residente quería "hacer saber que este tipo de cláusulas, que son muy habituales, son abusivas. La gente tiene que saberlo".