Gijón cumplió ayer su séptimo día consecutivo en prealerta por contaminación. El Principado prolongó la advertencia a la población pese a que los niveles detectados en la estación de la avenida de la Argentina, en La Arena, se mantuvieron ayer en valores "muy bajos". El repunte registrado la tarde de Navidad eleva sin embargo, según fuentes del Gobierno regional, la media diaria por encima de lo permitido y justifica la extensión de un aviso que cumple ya una semana activo. La Dirección General de Prevención y Control Ambiental lo decretó a la vez para Avilés, donde se desactivó el martes y donde ayer, según la denuncia del Colectivo Ecologista de Avilés, la polución "se disparó" simultáneamente en varios de los parámetros considerados.

El ascenso de los niveles de partículas en suspensión, ya evidenciado en los últimos días por la organización conservacionista, se combinó ayer "con subidas espectaculares del benceno" a las cuatro de la tarde en la única estación de la comarca avilesina que ofrece estos datos con continuidad, la de Llaranes. A la misma hora, el colectivo detectó picos simultáneos de partículas en suspensión en los dispositivos medidores de Salinas, El Quirinal y Las Arobias.

Fuentes de la organización instan al Gobierno del Principado a aclarar el origen de estas escaladas, toda vez que hasta ahora, a su juicio, sus efectos los padecen "los vecinos de la zona con el silencio y complicidad de las administraciones responsables". La reproducción de denuncias similares en las últimas semanas y la falta de respuesta de las autoridades acredita, al decir de los ecologistas, la ineficacia del Plan de Mejora de la Calidad del Aire en la comarca avilesina.