Las Escuelas Europeas, una red de catorce centros en siete países de la Unión, en España uno solo en Alicante, alumbraron un modelo de enseñanza "multilingüe y multicultural" de espíritu inclusivo y transversal para formar europeos sin prejuicios desde la primera infancia. Nacieron pensadas para escolarizar a hijos de trabajadores de instituciones comunitarias expatriados, pero dejan entrar a otros alumnos en un patrón educativo abierto que tiene, según algunas voces, un recorrido importable. Al menos a los socios de Compromiso Asturias XXI les parece mayoritariamente que sí. De las cien ideas para mejorar el futuro que la plataforma de profesionales asturianos residentes fuera de la región recopiló en 2009, de aquel centenar de propuestas acopiadas entonces utilizando la experiencia ganada por sus componentes en el extranjero, la que más agrada en 2015 es una que alienta esta adopción del plurilingüismo en las aulas inspirándose en la labor de esos colegios europeos. El colectivo acaba de cerrar un proceso de revisión y actualización de aquellas "Buenas prácticas para Asturias" en el que esta apuesta por los idiomas y la educación plenamente inclusiva ha recibido el asentimiento de la porción más elevada de los consultados, un 67 por ciento.
De aquella vuelta al mundo a la búsqueda de ideas imitables salieron cien, divididas en diez capítulos: de la educación a la movilidad y de aquí a la energía, la tecnología, el medio ambiente o la cultura, y en las preferencias de los participantes está la enseñanza multilingüe inmediatamente por delante de la necesidad de promover la bicicleta como medio de transporte urbano. Le gusta al 58 por ciento, partidario aquí de imitar otras referencias más próximas, identificables sin salir de España, sobre la expansión del carril bici, del aparcamiento ciclista con consigna o de los métodos de préstamo como el que ya funciona en Gijón. El mismo porcentaje admitiría, en el capítulo destinado a la integración de los inmigrantes, la adopción del método canadiense, un programa de empleabilidad para emigrantes bien formados que se puso en marcha en Toronto y que incluye un un sistema de "tutoría" para el acompañamiento de profesionales recién llegados, una base de datos de trabajadores foráneos a disposición de las empresas locales o un premio al mejor empleador de inmigrantes.
La lista del proceso de revisión de Compromiso Asturias XXI también le da un 54 por ciento de síes a la triple idea "reducir, reutilizar, reciclar", que incluye una batería de propuestas medioambientales importadas como los premios con descuentos para los clientes de supermercados que usen sus propias bolsas -en Estados Unidos, Bélgica o el Reino Unidos-, el reciclaje del vidrio por colores para mejorar su reutilización como en Bélgica, el biodiésel en los depósitos del transporte público como en Graz (Austria) o el pago de impuestos proporcionales a la cantidad de basura generada. En el quinteto de ideas que han interesado a más de la mitad de los participantes en el proceso de revisión, otro 54 por ciento también pide innovación. Un modelo de innovación "abierta", donde la empresa no esté sola con sus recursos, piden, sino inmersa en un gran entramado innovador del que participen las instituciones, la Universidad, los clientes y al final empape a la propia sociedad.
