El oriente de Asturias huele a humo y está tiznado de hollín. Las dantescas imágenes provocadas por los veintiséis incendios declarados ayer en la comarca dejaron para la posteridad desoladores paisajes con impactantes columnas de humo. Carreteras cortadas, miedo y constantes carreras monte arriba entre ganaderos para salvaguardar a los animales atrapados en zonas montañosas, fueron una constante durante todo el día. La lluvia que comenzó a caer al filo de las siete de la tarde, que sirvió para aplacar los incendios, fue recibida con entusiasmo.

El humo hizo que en plena mañana se hiciese la oscuridad en Ribadesella y en buena parte del tramo de la autovía entre Nueva y la capital riosellana. La carretera de acceso al Fitu desde Arriondas fue cortada por la Guardia Civil al mediodía. Los desprendimientos como consecuencia del fuego declarado en el Sueve obligaron a tomar esta decisión en el punto kilométrico número cinco de la AS-260. Las llamas, en esta zona, se reavivaron también en la localidad de Cofiño.

En Llanes los incendios se declararon en Ardisana, Caldueñín, El Mazucu, Nueva, Parres y Porrúa. En Nueva el incendio, controlado durante buena parte de la jornada, se desbocó pasadas las cinco de la tarde. El tráfico por la carretera AS-340, que une la capital del valle de San Jorge con la localidad de Llamigu, se cortó a la altura del kilómetro 22 debido a la espectacularidad de las llamas que, sin piedad, devoraban todo cuanto se encontraba en su camino. Los trabajadores de una cantera cercana trabajaron a destajo hasta la llegada de los bomberos para sofocar el incendio. Los fuertes vientos de sur y norte, que por momentos cambiaban la dirección de las llamas, hicieron temer la posibilidad de que el fuego se acercase al barrio nuevense de Triana.

En la zona de La Pereda, Parres, Porrúa y Soberrón, el fuego mantuvo en vilo a numerosos ganaderos. Las columnas de humo en la zona Mañanga eran visibles desde el centro de Llanes. Cristina Robledo ayudó a su madre, ganadera de profesión en la Galguera, a bajar once animales que se encontraban en una cuadra ubicada en la cuesta del Caleru, en Soberrón. "Los más perjudicados de toda esta situación son los ganaderos. Hemos estado toda la tarde rezando para que lloviese", aseguró.

Los incendios declarados Buelles, Siejo y El Mazo dejaron impactantes instantáneas desde Panes. En Ponga los incendios afectaron a varias explotaciones ganaderas en Beleño y Sellaño. En Cangas de Onís los principales focos se declararon en Corao, Olla de San Vicente, Tornín, Narciandi, Gamoneu, Següencu, Mestas de Con y Labra. En Piloña el fuego hizo acto de presencia en Bargaeu, Coya, Espinareu y Villamayor.