La situación fue de mal en peor a lo largo del día de ayer para los servicios de extinción. La Unidad Militar de Emergencias (UME) tenía desplazados a última hora de ayer a 72 militares, dos autobombas y tres nodrizas. Para reforzar a la sección de León, se envió a otra de Madrid. "Ha ido mal todo el día, porque el viento no sólo impedía controlar el fuego sino que ayudaba a su propagación a mucha velocidad", explicaron fuentes de la UME.