La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) inauguró ayer el nuevo año con la publicación de un decálogo de reclamaciones al futuro presidente del Gobierno de España. La patronal asturiana reclama una rebaja de impuestos como "medida social", pero también la conclusión de las grandes infraestructuras pendientes en Asturias, como la Variante de Pajares, un gran pacto por modernizar la Formación Profesional (FP) y el "reconocimiento y afecto" público a la figura del empresariado, porque son "personas honradas y trabajadoras en una inmensa mayoría".

La patronal asturiana, que preside Pedro Luis Fernández, inicia el editorial de su último boletín indicando que el resultado de las elecciones del pasado 20 de diciembre requerirá "mayores esfuerzos de diálogo y consenso". En este marco, España "necesita estabilidad para seguir avanzando en su salida de la crisis".

Tras esta breve introducción, la FADE plantea sus peticiones al futuro presidente del Gobierno. La primera es "un marco normativo menos complejo y más ágil". Y lo resume: "normas claras, sencillas...y pocas".

La segunda reclamación es que se coordinen las políticas tributarias estatales, regionales y locales, y que se rebaje la presión fiscal. "Bajar impuestos es una medida social", asegura la patronal asturiana.

También reclama una reforma laboral "que ponga orden en los tipos de contratos y bonificaciones, y que permita a las empresas adaptar los contratos a su carga de trabajo". Insiste FADE en este punto en remarcar que habla de "flexibilidad", y no "de explotación ni de abuso", porque "no hay otra salida".

Los empresarios asturianos hacen referencia también en el ámbito laboral a un problema que se vuelve acuciante, como es la falta de profesionales cualificados para un mercado laboral muy tecnificado y competitivo. De ahí que reclaman un modernización de la FP. "Necesitamos profesionales bien formados y muchas veces no los encontramos", dice la FADE en su escrito. "Abordemos de una vez un pacto nacional por la Formación Profesional. Nos va mucho en ello".

La energía es otro de los apartados y reclaman que su precio sea competitivo porque "es vital para el tejido industrial" asturiano y español. FADE también reclama medidas contra "el acoso brutal de la economía sumergida y la competencia desleal" que sufren los autónomos y las pequeñas y medianas empresas.

El séptimo punto del decálogo se refiere a la figura de los empresarios, que "necesitamos reconocimiento y afecto", porque "ser empresario es muy duro, difícil y arriesgado", dice la patronal asturiana. Y añade que "ese reconocimiento se fragua defendiendo la figura del empresario desde las primeras etapas de la enseñanza". También exige enfocar la igualdad "como una cuestión estratégica y de competitividad" para no desaprovechar el 50% del talento del país. Tras reclamar el fin de las grandes obras pendientes, FADE se ofrece a colaborar para "un futuro en común".