De los 51 días que demoró una profesora la publicación de las notas de una asignatura a los alumnos a los que se incoó expediente disciplinario por registrar idénticas respuestas en un trabajo de grupo que se les había encargado. Estos son dos de los casos más significativos a los que se enfrentó a lo largo del pasado año el Defensor Universitario. La denegación de ayudas al estudio del Ministerio para un grupo estudiantes de máster de la Universidad de Oviedo porque su formación tenía un carácter presencial fue otro de los asuntos que atendió Ramón Durán. Se logró resolver favorablemente el asunto para próximas convocatorias pero este curso el Ministerio rehusó dar marcha atrás en su dictamen y mantuvo la suspensión de la beca.

La contestación del Personal de Administración y Servicios (PAS) ante la Relación de Puestos de Trabajo anunciada por la Universidad este mismo ejercicio también fue objeto de valoración por el Defensor Universitario quien respondió a la quejas del PAS señalando que la RPT "ha de ser siempre un instrumento de acuerdo laboral con los trabajadores de la Universidad". Su fin debería ser "garantizar la paz social y la justicia", y, por tanto, no conviene fomentar enfrentamientos "y menos desarrollar una política de favoritismos" con este asunto, advierte. Favorablemente se resolvió la queja ante el Defensor de los alumnos que se vieron obligados a mostrar sus bolsas personales en una biblioteca de la Universidad a fin de prevenir robos. Los estudiantes entendieron que se había vulnerado su intimidad.