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Sirenas de ambulancia a examen

Setenta y cinco técnicos de emergencias sanitarias con amplia experiencia logran una acreditación profesional que los rescata del limbo jurídico y académico

Sirenas de ambulancia a examen MIKI LÓPEZ

Entre Mercedes, Javier y Nacho suman 42 años como técnicos de ambulancia. Han vivido de todo y han conseguido una experiencia laboral que hasta ahora no constaba en los papeles.

Los tres fueron alumnos del procedimiento de acreditación de competencias profesionales adquiridas por experiencia laboral puesto en marcha en Asturias en el sector del transporte sanitario y de la atención a múltiples víctimas y catástrofes. Setenta y cinco buenos profesionales que acaban de salir con esa acreditación tras los cursos realizados en el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) de Cerdeño, en Oviedo. Quedan muchos más a las puertas y a la espera de que Educación lleve a cabo nuevas convocatorias.

La gijonesa Mercedes López tiene 44 años y lleva nada menos que 16 como técnica de ambulancia. Javier Francisco Álvarez, de 32, se ha pasado un tercio de su vida a bordo de un vehículo sanitario. Y Nacho López Quince, de 39, cumple 15 años de antigüedad. Formaron parte de la primera tanda de aspirantes a la acreditación, que el Principado busca oficializar en otros sectores.

Hay unos 400 trabajadores de ambulancias en Asturias. Alrededor de 140 presentaron su solicitud para acreditar la competencia. Entraron los que tenían mayor baremación, sobre todo gracias a los años de experiencia laboral. "Es un colectivo que hace muy bien su trabajo pero sin soporte documental que avale esas destrezas", explica Jorge Saucedo, director del CIFP de Cerdeño. "Son personas a las que no tiene mucho sentido meterlas dos años en clase para enseñarles algo que ya saben", añade.

"El proceso nos ha servido para tener más claras nuestras fortalezas y nuestras debilidades y ver dónde estábamos más justos de formación", dicen Javier Francisco Álvarez y Mercedes López. "No hay mayor problema cuando se trata de servicios convencionales, pero ninguno de nosotros está tan preparado para enfrentarse a situaciones extremas, con múltiples heridos. No es algo que suceda, por fortuna, a menudo".

La experiencia vivida en Cerdeño es académica, pero a su modo. "Lo hemos visto como un examen profesional, pero sin presión", explican los alumnos.

Hasta la fecha los técnicos de transporte sanitario (no necesariamente conductores) accedían a la profesión con un curso de 60 horas para ambulancias básicas y con otro de 120 horas para los vehículos medicalizados.

A partir de ahí cada cual se buscó la vida a través de formación no reglada. La acreditación que acaban de superar Mercedes, Nacho y Javier Francisco implica aproximadamente el 80% del título de técnico de emergencias sanitarias. Es un ciclo de grado medio que se imparte en el CIFP de Cerdeño y que consta de dos mil horas lectivas.

La idea de los tres es completar los estudios, ahora que están a un paso de este título de FP. Nacho López Quince dice que "ya estoy matriculado en dos asignaturas, en la modalidad a distancia".

El problema es que las plazas de matrícula del ciclo se reducen a unas cincuenta por curso, y hay candidatos que se quedan fuera. "Es un embudo, una especie de cuello de botella. Llevamos tres años esperando para poder inscribirnos", lamentan Mercedes y Javier Francisco.

Gloria Álvarez Labarga y Amparo Palacio fueron dos de las evaluadoras en este proceso de acreditación que comenzó con una convocatoria en el BOPA en el pasado mes de julio, con la presentación de solicitudes, la baremación y la labor de asesoramiento, que comenzó en octubre. Desde octubre hasta mediados de diciembre tuvieron lugar las evaluaciones de todos los aspirantes. Todas ellas positivas.

"Había candidatos con más de 25 años de experiencia laboral", a los que poco había que enseñar. Pero hay que añadir que "este no es un procedimiento subjetivo. Existe un protocolo muy claro de las destrezas profesionales que es preciso acreditar, con guías que llegan desde la Administración central", explican las evaluadoras.

Su paso por el CIFP Cerdeño sirvió para que "cada uno de los alumnos se autoevaluara", dicen Gloria y Amparo. "Esto no es un mero trámite administrativo", concluyen. Ser técnico en emergencias sanitarias presupone mucho más que las habilidades en el transporte de un herido o enfermo a un centro sanitario. Es preciso conocer bien las técnicas de inmovilización o excarcelación, o los protocolos específicos para incendios, por ejemplo.

Lo normal es que la Administración regional lleve a cabo nuevas convocatorias. "El sector lo demanda y todavía queda mucha gente por acreditar", señala Jorge Saucedo, director del Cerdeño.

Asturias ha puesto en marcha tres convocatorias antes que esta. La primera acreditaba a trabajadores de atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales. Obtuvieron el certificado 492 de los 540 candidatos convocados.

La segunda buscaba certificar competencias de personas que realizaban esa atención sociosanitaria pero en domicilios. De 742 trabajadores evaluados lograron el certificado 727.

La tercera acreditaba a técnicos en educación infantil. Hubo muchos menos aspirantes pero la criba fue mayor. De 58 solicitudes, tan solo 7 aspirantes salieron con el certificado en mano.

Los números globales demuestran la importancia de estos procedimientos que en muchos casos rescatan del limbo jurídico a trabajadores que llevan muchos años en el tajo, que saben mucho de lo suyo pero que no lo pueden acreditar oficialmente.

En los tres procedimientos anteriores el Principado recibió 1.811 solicitudes y certificó plenamente a 1.226 trabajadores. Otros 45 obtuvieron una acreditación parcial.

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