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LUIS JOSÉ ROYO MARTÍN | Investigador del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida)

"Certificar leche de pastos de la cornisa cantábrica tendría gran valor económico"

"Queremos demostrar la calidad de la producción de vacas que se alimentan de forraje y en condiciones que sólo se dan en el Norte"

Luis José Royo Martín. MARÍA GÓMEZ

Luis José Royo Martín es investigador del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), organismo público de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado. Su labor la desarrolla en el área de genética y reproducción animal y ahora va a pilotar un proyecto en colaboración con Cantabria y Galicia con el que se pretende certificar leche producida por vacas de pequeñas explotaciones extensivas, criadas al aire libre y alimentadas en pastos. El proyecto ha conseguido 180.000 euros de financiación del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y se prolongará durante tres años.

-¿Cómo surge la idea de realizar este proyecto en colaboración con Galicia y Cantabria?

-A raíz del cambio de la política común agraria de la UE, que en lugar de pagar por litro de leche producida paga por el uso de superficie utilizado para pastos y forrajes. Si hay una zona en España donde se dan las condiciones para sacar provecho es en la Cornisa Cantábrica. Ya habíamos colaborado con estas comunidades en otro proyecto previo y el contacto ya lo teníamos hecho, así que ahora nos propusimos hacer algo nuevo.

-¿Cuál es el objetivo último de esta investigación?

-Crear una marca etiquetada de calidad diferenciada y certificada de leche de la cornisa cantábrica. Esto implica que se produce en base a una alimentación natural en pastos y al aire libre, y no de vacas alimentadas con pienso y estabuladas, encerradas.

-¿Qué parte del proyecto desarrollarán en el Serida?

-Cantabria estudiará lo relacionado con la disponibilidad real de la superficie existente para pastos. En Galicia se realizarán los marcadores de ácidos grasos para ver la diferencia entre esta alimentación a base de forrajes y la de pastos, y también los tipos de moléculas que se transfieren de las plantas a la leche. Y nosotros, tres investigadores, nos centraremos en las microARN aplicando una técnica que se utiliza en prácticas forenses y en Sanidad para la detección temprana de algunas enfermedades. Seremos pioneros en aplicar este método en agroalimentación. Nunca se ha hecho antes.

-¿Y qué pretenden demostrar?

-Queremos secuenciar las diferencias entre la leche procedente de vacas que han estado al aire libre y alimentadas de pastos y las que están encerradas y se alimentan de piensos, para demostrar si en el caso de las primeras se obtiene un perfil más atractivo de grasas, más propiedades favorables para el hombre. Será la primera vez que se utilizan marcadores en productos agroalimentarios certificando con pruebas inequívocas de laboratorio el producto final.

-¿No hay nada similar en otro sitio?

-Existen marcas de leche envasada de consumo verde en Holanda e Irlanda, pero su certificación se basa en que unos técnicos van a comprobar que efectivamente se cumplen unas condiciones mínimas de pastoreo. No se analiza y controla en laboratorio para certificar su calidad, como pretendemos nosotros.

-¿Con qué cabañas van a realizar la investigación?

-Con la propia del Serida. Una docena más o menos de reses que se dividirán en dos grupos experimentales, uno de los cuales se alimentará con forrajes y el otro con concentrados, y después de varias semanas les intercambiaremos la alimentación. También analizaremos cómo influye la falta de ejercicio, por ejemplo. Los resultados se contrastarán con el análisis de leche comercial y de ganado en cabañas controladas por el Serida.

-Si el resultado de su proyecto es positivo, ¿qué repercusión económica puede tener?

-Nosotros no sabemos la cuantificación, pero se conseguiría certificar un producto de mucho valor añadido, con marca de calidad propia de la Cornisa Cantábrica que la identifique en el mercado y que la liga al territorio. Esto favorece al comercio de proximidad y es respetuosa con el animal. Estas características se traducen en un mayor valor económico para nuestros ganaderos y su labor, porque este producto no se puede dar en otro lugar de la Península Ibérica. No hablamos de un proyecto orientado a más producción, sino a más calidad. Eso es más valor añadido y se solventarían algunos problemas del precio de leche.

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