Ventas sí, pero no desorbitadas. Esa es la previsión que maneja la Unión de Comerciantes del Principado de Asturias de cara a la campaña de rebajas, que comienza hoy en toda España. El presidente de la asociación, David Argüelles García, asegura que los empresarios regionales no esperan para estos días un aluvión de compras. "Eso se acabó", insiste. Y no sólo por la crisis económica, sino también por la liberalización del sector. El Gobierno nacional rompió en 2012 con el calendario tradicional de rebajas, permitiendo que las tiendas hiciesen descuentos durante todo el año. Esa norma cortaron de raíz las colas del 7 de enero. "Las grandes ventas ya no existen", comenta el gijonés. No obstante, los descuentos posnavideños vendrán bien para sacar del almacén las prendas para el frío, que fueron durante estas fiestas las grandes olvidadas. "Con temperaturas próximas a los 20 grados, nadie compró un abrigo", remata.
-¿Qué balance realizan de las ventas navideñas?
-Acabaron ayer (por el martes), así que todavía es pronto para hacer un balance. De todas formas, podemos decir que en líneas generales las ventas fueron similares a las de la anterior campaña, con la diferencia de que notamos una ligera mejoría. En definitiva, nada sorprendente, lo que esperábamos. Las compras siguen siendo contenidas por la situación económica y luego el tiempo no nos benefició nada. Con temperaturas próximas a los 20 grados nadie te compra prendas de abrigo. También es verdad que en estos últimos días el tiempo empeoró, pero la lluvia no animó a salir a la gente a la calle.
-Habla de una ligera mejoría, ¿a qué creen que se debe?
-A una ligera mejora económica. El consumo siempre depende de eso. Y con el porcentaje tan alto de paro que hay todavía en Asturias, es imposible que las tiendas repunten. Pero más importante que eso, es que el consumidor recobre la confianza. En este sentido, creo que la situación política lastra esa confianza.
-¿Cómo afrontan la campaña de rebajas?
-Campaña de rebajas como tal ya no hay. Ahora cada comercio es libre de poner rebajas cuando quiere. Por ello el aluvión de compras que había antes cada 7 de enero ya no existe. Desaparecieron las grandes colas y las grandes ventas. Antes, el día posterior a Reyes era mucho mejor que el de la cabalgata. Ahora, sucede lo contrario. No obstante, las rebajas posnavideñas nos vendrán bien este año para deshacernos de la ropa que no tuvo salida en diciembre. El tiempo acompaña, hace frío, y por tanto prevemos vender prendas de abrigo.
-¿Su asociación no ve con buenos ojos esa libertad para aplicar rebajas?
-Yo creo que no es bueno ni para el comercio ni para la clientela. La falta de una campaña definida confunde al consumidor, porque nunca sabe cuando están los productos rebajados o no. Siempre es mejor definirlo porque así regulamos el mercado. De todas formas, hay que tener en cuenta que la mayoría de las pequeñas tiendas (no estamos hablando de grandes almacenes) no siguen esta tendencia y respetan la campaña tradicional de rebajas.
-Antes eran la unión de comerciantes de Gijón y Carreño, y desde junio son de toda Asturias. ¿Han apreciado diferencias de ventas de unas localidades a otras?
-La expansión es un proyecto a medio plazo, en el que estamos trabajando. Hace nada que empezamos con ello, por tanto, no hemos podido palpar el comercio de todos los concejos. Ahora estamos en Luanco y empezamos también a hacer contactos en otros municipios. No obstante, queremos hacer las cosas bien y sin prisa. Y eso requiere analizar cada mercado, porque no hay las mismas necesidades en toda la comunidad.
-En 2015 se unieron los hosteleros y hoteleros bajo el nombre Otea, y también lo hicieron los comerciantes. ¿Por qué esta tendencia a crecer?
-Como dice el dicho, la unión hace la fuerza. Y nosotros creemos en esa frase. Cuanto más grande eres, más voz tienes y más músculo puedes sacar. Y no sólo de cara a los partidos políticos, sino en cuanto a las promociones. Eres más competitivo y potente en el mercado. Desde mi punto de vista, una organización pequeña siempre tiene más dificultades para la supervivencia. Más si cabe en los tiempos que vivimos.
