El Niño más viajero de la historia, que dejó décimos del Gordo en diecinueve provincias y en once comunidades autónomas, de La Coruña a Almería y de Lérida a Algeciras, soltó un consuelo de 200.000 euros al pasar por Gijón. Un despacho receptor del barrio de La Guía vendió por máquina un décimo del 22.654 para no dejar a Asturias sin su porción de fortuna en un sorteo con el Gordo repartido como los resultados de las elecciones y el segundo y tercer premios concentrados como los de antes, cuando los décimos sólo se vendían en ventanilla. El segundo (60.755) descargó 33,75 millones en el corazón del Madrid castizo, en el distrito de Chamberí y en la administración más antigua de la capital, donde la suerte le hizo ayer otro guiño a Asturias en la identidad de la antigua lotera del establecimiento afortunado, Visitación Sánchez, natural de Navelgas (Tineo). El tercero (95.395) se quedó todo él en la cuenca minera palentina de Guardo.

Los 200.000 euros del décimo vendido en Gijón suponen, eso sí, la primera visita del premio grande del Niño a Asturias en quince años, desde que el Gordo se vendió entero en Oviedo en 2001, pero un alivio escaso para la segunda región que más gastó en el sorteo en euros por habitante. Dicen los datos finales que los asturianos invirtieron en la suerte del Niño algo más de 22 millones y medio de euros, un 1,10 por ciento más que el año anterior a razón de 21,49 euros por residente para la segunda cifra más alta de España, sólo por detrás de la de Castilla y León. El ascenso del gasto está levemente por debajo del promedio nacional, del 1,24 por ciento, y el desembolso por cabeza sobrepasa ampliamente el valor registrado en el conjunto del país, poco más de catorce euros.

El Gordo más diseminado de la historia de la lotería de Reyes deja además la insólita reincidencia de la suerte en Roquetas de Mar (Almería), que vendió todo el primer premio de Navidad y ayer arañó ayer 400.000 euros del Gordo del Niño.