"Aquí no tocó nada; es más, ni miré los dos décimos que compré. Tiene toda la pinta de que lo que nos tocó es seguir jugando", manifestó José Manuel Díaz, un vecino de Avilés que , como tantos otros miles de asturianos, lamenta que este año ni él ni sus convecinos hayan tenido suerte en los sorteos de El Niño y de la Lotería de Navidad. Díaz paseaba ayer por las desiertas calles de Avilés durante una jornada que para nada recordó a aquellas celebraciones jubilosas como la del 22 de diciembre de 2007, cuando el sorteo de Navidad dejó 45 millones de euros en la tercera ciudad asturiana.

Los avilesinos confían en que la suerte les vuelva a sonreír en los próximos sorteos. "A mí me da igual que toque la Lotería del Niño, la de Navidad o la Primitiva, pero con tanto paro, yo creo que alguna vez tendríamos que tener algo de suerte", indica la avilesina María Jesús Pérez, momentos antes de comprar un roscón de Reyes en una céntrica panadería. Así las cosas, lo que les queda a los asturianos es seguir probando suerte en los juegos de azar, confiando en que algún año vuelva a salir el cava y la sidra achampanada de las neveras.