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La situación educativa del Principado

A la caza del estudiante plagiador

Profesores de la Universidad de Oviedo piden aplicar programas informáticos que ya usan otros centros para detectar trabajos copiados

A la caza del estudiante plagiador

El afamado "copia y pega" (copy&paste), amado por los estudiantes, odiado por los profesores, avanza con fuerza entre los jóvenes universitarios. Una encuesta elaborada en el portal de educación superior detalla que 6 de cada 10 alumnos reconocen haber copiado textos procedentes de una web. Sin embargo, esta práctica parece que tiene los días contados y algunas universidades españolas ya destinan parte de sus ingresos al contrato de tecnología para evitar el famoso doble-clic. Profesores de la Universidad de Oviedo ya han pedido que la institución contrate herramientas para cazar al estudiante plagiador.

La Universidad de Málaga, incorporó el pasado año un programa antiplagio a su campus virtual, permitiendo, por fin, una herramienta integrada que agiliza el proceso de corrección de los trabajos fin de grado y fin de máster de manera que los profesores pueden analizar el plagio con más facilidad. Tras introducir el proyecto en su formato digital en el apartado de tareas de la aplicación aparece un porcentaje de plagio y un acceso a un informe más detallado, donde es posible ver con facilidad si se trata copias directas o de citas. No es una aplicación brillante en su interfaz, confirman algunos docentes, "pero cumple su función correctamente". Además, realiza un análisis entre los trabajos de los alumnos que es de gran utilidad para aquellos actos generosos donde un alumno pasa un trabajo al otro, o curiosamente, las mentes se alinean y aparecen las mismas palabras en el mismo orden.

En el ámbito académico, los estudiantes que cometen plagio de manera consciente están infringiendo los códigos éticos de conducta establecidos por su sistema educativo o Universidad. Ante esa "mala conducta académica" normalmente se toman medidas disciplinarias que pueden ir desde el suspenso de la asignatura hasta la expulsión o incluso a la retirada del título. Para evitar llegar a esos extremos profesores de la Universidad de Oviedo han propuesto implantar también un sistema anticopia para evitar el fraude en los proyectos fin de carrera.

Si bien es posible realizar una revisión antiplagio de cualquier documento mediante sencillas aplicaciones fáciles de encontrar en internet -con precios que oscilan entre los 14,95 euros para textos de hasta 7.500 palabras; 24,95 euros para informes o trabajos de hasta 50.000 palabras y 34,95 euros, para documentos largos de más de 50.000 palabras como las tesinas y proyectos fin de grado- los programas más avanzados, como los que usa desde hace un año la Universidad de Málaga y antes ya en la Universidad de León, permiten mayor precisión.

Los sistemas antiplagio, instalados bajo licencia, con un coste aproximado de unos 9.000 euros por año, en función del modelo elegido, no son más que aplicaciones informáticas que a partir del análisis de un trabajo, emiten un informe sobre las coincidencias de partes de dicho documento con una base de datos y con textos públicos accesibles desde internet.

El campus virtual de la Universidad de Málaga incluye el sistema anticopia "Ephorus", según sus promotores, "para facilitar y mejorar el trabajo de estudiantes y profesores en cualquier espacio del mismo". Se ha integrado en la actividad "Tarea", por ser la más utilizada para que los universitarios entreguen documentos a los profesores para su revisión y evaluación. El profesorado puede activar el sistema de detección de plagio fácilmente. Solo hay que marcar la opción. Existe, además, la posibilidad de que el documento analizado pase a formar parte de la base de datos "Ephorus" de la propia Universidad, y que sirva así de referencia para futuras revisiones.

El informe "Integridad académica en el mundo digital" revela que la mala conducta del alumno aparece cuando se dan tres factores: presión, oportunidad y capacidad de racionalizar las acciones. Si bien es cierto que Internet facilita el plagio, el hecho de que la aceptación y el éxito en la Universidad tengan cada vez más peso para lograr una vida profesional satisfactoria hace que exista una mayor presión, lo que puede desencadenar un plagio. Los trabajos entregados en el curso académico 2013-14 en los niveles de educación Secundaria y Superior, en países y regiones representativos de EE UU, Canadá, Latinoamérica, Reino Unido, Europa, Australia, Oriente Medio, África y Asia Oriental, el rango de "copiones" abarca desde un índice del 7% de trabajos no originales en el Reino Unido hasta un 14% en Japón, Corea y China. No obstante, los investigadores remarcan que el plagio no es un problema regional o nacional, sino global. Los estudiantes muestran el mismo tipo de comportamiento tanto si se encuentran en un aula de Vancouver, como si estudian en Nairobi o Shanghai. Las consecuencias de estos hallazgos son altamente trascendentales pues ponen sobre la mesa que los educadores tienen problemas para solucionar el problema del plagio y, por ello, no deben olvidarse de enseñar a los estudiantes la importancia de saber citar bien e imponer una conducta honesta en las aulas.

Otro software bajo licencia como "Turnitin"-en alianza empresarial desde hace un tiempo con "Ephorus"- permite conocer con exactitud los niveles de contenido no original en los trabajos entregados. Actualmente 31 instituciones educativas usan la aplicación en España. De ellas, 21 son universidades y 14 son centros de educación secundaria. La Universidad Oberta de Catalunya, 100% online, ha desarrollado incluso su propia herramienta. Los "copiones" tienen los días contados.

Profesores de la Universidad de Oviedo han detectado partes copiadas incluso en trabajos de fin de grado o máster.

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