Las conclusiones de los informes médicos pintan un cuadro poco optimista sobre la capacidad de Villa para responder a los retos penales que tiene ante sí, no solo la querella presentada por el SOMA, sino también la investigación que mantiene abierta la Fiscalía Anticorrupción para aclarar el origen de los 1,2 millones de euros que el exsindicalista afloró en la amnistía fiscal de 2012. De ser ciertos, Villa tendría que ser declarado inimputable, no responsable penalmente, puesto que sufre de demencia y es incapaz de mantener un discurso coherente. Esto hace aún más chocante que el pasado mes de julio, el día que se recuperó el cadáver de un joven minero fallecido en la explotación de Cerredo, el exsecretario del SOMA hallase la lucidez suficiente para descolgar el teléfono y llamar a alguno de sus contactos en el sindicato minero, con el fin de pedir explicaciones por el hecho de que éste, a través de sus abogados, le hubiese hecho un requerimiento para devolver los 360.000 euros de los que, según una auditoría, se había apropiado en la época que fue secretario general.

Villa llamó a estas personas de confianza y no mostró, al parecer, un discurso incoherente, ni una falta de comprensión de la realidad de lo que le estaba ocurriendo. Se lamentó de que el sindicato le reclamase ese dinero, entre molesto y frustrado por unas acciones que nunca hubiese imaginado que llegasen de sus antiguos compañeros. Hay quien afirma que también volvió a llamar a sus conocidos en el sindicato cuando el pasado octubre el SOMA presentó la querella por apropiación indebida.

Los letrados del SOMA, Luis Llanes y Miguel García Vigil, están estudiando los informes de las forenses y el servicio de Neurología para determinar qué paso dar a continuación. Les choca el tenor del informe pericial, que en una simple visita se haya podido establecer con tal precisión y prolijidad las afecciones que aquejan al exsecretario general. No se descarta que puedan solicitarse por las partes informes adicionales que establezcan de una forma definitiva si Villa puede ser imputable. El secretario general del SOMA, José Luis Alperi, estima por su parte que el asunto ya ha entrado en una dinámica judicial y está en manos de los asesores legales del sindicato.