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Las causas del fuego en la región

La falta de ayudas convirtió en "dinamita" el monte, según los empresarios forestales

Los propietarios creen que sin apoyos hay 3.000 hectáreas de bosque sin limpiar que corren riesgo de arder por la abundancia de matorral

La falta de ayudas convirtieron en "dinamita" 3.000 hectáreas de monte, según denuncia la Asociación de Propietarios Forestales de Asturias. Su presidente, Iván Castaño, asegura que al no haber convocado el Principado en 2015 subvenciones para limpiar los bosques, una superficie equivalente a 3.750 campos de fútbol o al concejo de Avilés, quedó comida por el matorral. Los empresarios relacionan la ausencia de desbroces con la ola de fuegos que el pasado mes de diciembre calcinó más de 12.500 hectáreas del Paraíso Natural. Una estadística de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) confirma que los concejos con zonas arboladas más cuidadas esquivaron las llamas. "Los incendios se originan porque está todo por hacer. Si no hay ayudas, los montes no se cuidan", afirma Castaño.

El año pasado, la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales dejó sin subvenciones tanto a los ayuntamientos como a las empresas privadas y particulares. Esto quiere decir que los ganaderos, que tradicionalmente se unían para limpiar sus montes, en 2015 no lo hicieron. "Vamos a poner que desbrozar una hectárea cuesta 3.000 euros -no hay una cifra fija porque varía en función de sus condiciones y situación geográfica-. Si la Administración costea el sesenta por ciento de la inversión, el propietario seguramente vea con buenos ojos quitar el matorral y solicitar la subvención. Pero si no tiene ese apoyo, ten por seguro que el ganadero pasa de gastarse tanto dinero", reflexiona Castaño.

De media, la convocatoria atendía al año entre 120 y 150 expedientes. La ausencia de ayudas no sólo afectó a la silvicultura, sino también a la explotación de los bosques para usos madereros. El Gobierno regional cortó el grifo a los empresarios para hacer inversiones en maquinaria. Todo ello, unido a la reducción del presupuesto, deja al sector forestal completamente seco. Según estimaciones de los propios afectados, las cuentas cayeron desde 2010 un 40%. "Los empresarios hacemos una labor importante de prevención. No sólo cortamos madera, también limpiamos caminos y repoblamos árboles", comenta Marcos Álvarez, de Santa Eulalia de Oscos.

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