Los exalcaldes de Cudillero Francisco González, Kiko, y Gabriel López reiteraron ayer su inocencia ante la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Avilés, Olga Vara, mientras que el jefe de la Policía Local del concejo pixueto, Prudencio Iván Flórez mantuvo sus acusaciones de presunto delito de prevaricación, y reclamó, además de una condena de 10 años de inhabilitación, una indemnización de 419.000 euros por daños morales. La Fiscalía también mantuvo su acusación y reclamó para ambos acusados una condena de nueve años de inhabilitación.

Los hechos se remontan al 17 de septiembre de 2009, cuando Francisco González dio la orden de incoar expediente disciplinario contra el jefe de la Policía Local, porque no se había llevado la correspondencia a la oficina de correos local y como consecuencia se había perdido una subvención de 99.000 euros de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras al presentarse la solicitud fuera de plazo. En ese decreto se ordenaba la suspensión provisional de empleo mientras se practicaba la investigación y se resolvía el expediente.

El jefe de la Policía Local de Cudillero explicó ayer que "todo el Ayuntamiento era un caos. La Policía Municipal tenía ocho miembros, y todos eran auxiliares. Ni uno solo era agente de policía. Pero además, hacían cosas que nada tenía que ver con sus funciones, no sólo llevar y traer el correo, sobre lo que no existía control ni registro alguno, sino otras cosas como llevarle al Alcalde el periódico a casa".

En todo caso, Flórez remarcó que a partir de ese momento, se inició una persecución contra su persona. El instructor del expediente, Gabriel López, no dejó que un abogado le acompañase en su declaración -no era obligatorio, pero la ley tampoco indica que no pudiera hacerlo-, "enviaba a una patrulla a apostarse delante de mi casa para vigilarme, el Alcalde no permitía que el resto de trabajadores del Ayuntamiento me hablasen", aseveró. Es más, indicó que "todo el mundo en Cudillero tenía a un familiar trabajando en el Ayuntamiento y nadie quería problemas. Pero se llegó al punto de que a mi madre la llamaban ladrona por la calle, y a mi mujer y a mi hermana las insultaban. Estas dos personas -los exalcaldes- me han destrozado la vida, a mí y a mi familia. Hasta he tenido que tomar medicamentos por culpa de ellos", afirmó con voz temblorosa y casi llorando.

Francisco González se defendió asegurando que la Policía Local se encargaba del correo porque eran los que tenían medios y personal para hacerlo "de la que patrullaban". Señaló que el día que ordenó la apertura del expediente lo hizo porque "no llevar el correo que supuso perder la subvención no fue un hecho puntual, sino que ocurría con reiteración". Y añadió que la pérdida de esa subvención era grave para el Ayuntamiento de Cudillero.

También indicó que ordenó abrir el expediente sancionador "para investigar, aclarar y depurar responsabilidades". "Siempre he actuado de buena fe y estos teatros.... Él está trabajando y nosotros en el paro. Ésta es la realidad", concluyó el exalcalde de Cudillero.

Gabriel López, entonces concejal no liberado, actuó como instructor del expediente. Según la acusación y la Fiscalía, el edil tomó decisiones que provocaron la indefensión del jefe de la Policía Local, como fue la denegación de que presentase pruebas o que pudiera intervenir en las testificales. López aseguró que sus decisiones no fueron personales, sino que eran consultadas con el despacho de abogados externo que asesoraba al Ayuntamiento. También indicó que él no había firmado la resolución por la que se decretaba la separación del servicio de Flórez, que la firmó Francisco González. Esta decisión fue anulada por el Juzgado de lo Contencioso y posteriormente por el TSJA. López también remarcó en su defensa que la denuncia de supuestas vigilancias y amenazas contra Flórez se archivó.

Al jefe de la Policía Local se le abrieron otros tres expedientes más, que quedaron en nada. Pero llegó a estar sin cobrar hasta dos años. Finalmente el Ayuntamiento le ha tenido que pagar los salarios debidos. Ahora, Prudencio Iván Flórez reclama una indemnización que el Consistorio rechaza al no ver causa. La subvención, al final, no se perdió.