Roberto Sánchez Ramos, concejal de Cultura y Festejos y presidente de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF), que organizó la cabalgata de Reyes, defendió ayer la programación navideña del Ayuntamiento de Oviedo y discrepó de las críticas genéricas realizadas por el arzobispo, Jesús Sanz Montes. "Sus palabras demuestran una ideología muy conservadora, muy integrista y una ideología que no tiene en cuenta la Constitución española y su carácter laico", subrayó el edil.

En la carta de Sanz Montes, publicada en la página web oficial del Arzobispado el pasado viernes y, un día antes, en el semanario "Esta Hora", se recogían unas polémicas declaraciones del titular de la diócesis asturiana acerca de la "hostilidad provocativa" y el "obsceno desaire" realizado en las pasadas fiestas navideñas hacia los sentimientos religiosos de los cristianos mientras "con el Ramadán no se juega con mofas, ni en torno a la Meca se hacen befas".

Sánchez Ramos argumentó que en el caso de Oviedo la programación de navideña tuvo en cuenta dos factores. "En primer lugar, el respeto con la historia de lo que se venía haciendo en la cabalgata y en el nacimiento y en segundo lugar, pensamos en la sociedad civil, los niños y los padres", manifestó el concejal ovetense. "Las programaciones de las administraciones públicas deben sustentarse en la sociedad civil y no pueden hacerse pensando en otras cosas. Y claro, los programadores son funcionarios o artistas, evidentemente no son clérigos", recalcó Sánchez Ramos.

Sanz Montes insistió, no obstante, en su misiva, en "el patético intento de desalojar lo cristiano de estas fechas navideñas". El presidente de la Sociedad Ovetense de Festejos no tardó en replicar a este argumento del arzobispo: "Tener que institucionalizar o pedir permiso a alguna orden para establecer la programación pública obedecería más a la España de los años 40 ó 50 que a la del siglo XXI", planteó el concejal que forma parte del gobierno tripartito de Oviedo (Somos-PSOE-IU).

Desde las filas del PP y del PSOE declinaron ayer realizar valoración alguna sobre las manifestaciones del arzobispo en su carta semanal pese a las alusiones políticas explícitas allí planteadas. Muy polémico resultó en algunos círculos la afirmación del titular de la diócesis asturiana hacia los partidos que "están dando lecciones y apuntando maneras para cuando tengan menos apuros en apuntalar nuevos gobiernos de perdedores". Y en una alusión directa a determinadas formaciones políticas, Sanz Montes subrayó que están ahora envueltos en "enjuagues posteelectorales" y "un carrusel de pretensiones, zancadillas y mentiras", con una crítica directa en este punto hacia "la corrupción consumada por los de siempre y la no consumida todavía por los que acaban de llegar".

Dichas afirmaciones tuvieron una respuesta inmediata desde las filas de Podemos. Nada más conocer el contenido de la carta del arzobispo, el secretario general de la formación morada, Daniel Ripa, dijo sentirse "preocupado" porque desde la Iglesia se "tome posición ante la elección del próximo presidente del Estado".

Ripa relacionó la afirmación de Sanz Montes acerca de quienes "están ahí dando lecciones y apuntando maneras para cuando tengan menos apuros en apuntalar gobiernos de perdedores" con un claro posicionamiento del arzobispo hacia "un Gobierno del PP" pese a que, a su juicio, los populares "son de todo menos acordes con la doctrina cristiana pues ni se han preocupado por los más necesitados ni han buscado la justicia, la igualdad o el bien común".

En cuanto a las críticas hacia el intento de desalojar todo lo cristiano de las pasadas fiestas navideñas, el secretario general de Podemos Asturias se posicionó en la línea del presidente de la Sociedad Ovetense de Festejos, Roberto Sánchez Ramos, asegurando que el respeto a las personas religiosas y a lo que representa la espiritualidad es visible "en todas las ciudades con alcaldías del cambio", en una clara alusión al vuelco escenificado en la ciudad de Oviedo.