El controvertido Manuel Monereo, defensor y teórico de la unidad popular, pronunció el discurso final, en el que sirvió en bandeja una amplia ovación para Gerardo Iglesias, que llegó de la mano de Emilio Huerta "Triqui", fue recibido con un beso por Ana Taboada y compartió asiento y alguna confidencia con el secretario general de Podemos Asturias, Daniel Ripa. Monereo lamentó, con amargura, que "la camaradería, desde hace tiempo, se ha convertido en cainismo, lucha por el poder y maquinaria de destrucción de militancia" y reprochó a IU que "llevamos 12 años refundándonos; no es posible refundarse tanto tiempo".