La prioridad de la Guardia Civil en Asturias es la lucha contra yihadismo, a través del control de explosivos, una especial atención al transporte marítimo y aéreo, así como las infraestructuras que puedan servir de objetivo. Así lo indicó ayer el nuevo coronel jefe de la zona de Asturias, Francisco Javier Almiñana Boluda, quien tomó posesión de su cargo en un acto solemne en el cuartel del Rubín en presencia del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa. El nuevo responsable de los 1.700 agentes de la Benemérita en Asturias aseguró que luchará contra la multirreincidencia y la reiteración delictiva, protegerá a las mujeres víctimas de violencia y otros colectivos vulnerables y también ejercerá una especial atención sobre el patrimonio cultural, sometido, dijo, a un "expolio continuado". Por su parte, el director general en un discurso que reivindicó el consenso de la Transición y los símbolos nacionales, como la bandera -fruto de un concurso público convocado por Carlos III-, con veladas alusiones a la situación en Cataluña, indicó que "nadie dice que la Constitución sea inamovible, pero no merece la pena tocarle un pelo si no concurren absolutamente todos los españoles en ese marco general del futuro".

A la toma de posesión de Almiñana acudieron hasta cuatro generales, uno de ellos, Pedro Laguna (jefe de la zona de Asturias en los 90), ya en la reserva. Estuvieron además los generales José María Feliz, que también fue jefe en Asturias y hoy manda la Guardia Civil gallega; José Manuel Díaz, jefe de Castilla y León; y Cándido Cardiel, director adjunto de Operaciones, quien compartió con Fernández de Mesa y el Delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, la presidencia del acto.

Tampoco faltaron a la cita, entre otros, los coroneles Francisco Javier Jambrina, responsable de la comandancia de La Coruña; Raimundo Rodríguez Roca, jefe del Regimiento "Príncipe" y comandante militar de Asturias; y Vicente Bravo, subdelegado de Defensa. Acudieron además el presidente de la Junta, Pedro Sanjurjo, y el director general de Justicia del Principado, Rafael Abril. El estamento judicial estuvo representado por magistrados como Ignacio Vidau (presidente del TSJA), José Antonio Soto-Jove (presidente de la Audiencia) o Javier Domínguez Begega (de la sección tercera de la Audiencia). Otra autoridad presente fue el edil de Seguridad Ciudadana de Oviedo, Ricardo Fernández (PSOE).

En su discurso, Almiñana (nacido en la localidad valenciana de Benigánim hace 54 años) rememoró su entrada en el cuerpo, hace casi 35 años. Hizo un repaso de sus destinos, el último, la comandancia de Jaén. Se le quebró la voz al recordar a su padre y su suegro, también miembros del cuerpo, ya fallecidos, que se sentirían orgullosos de verle tomar posesión de una zona de la Guardia Civil ("la culminación de mi carrera", indicó) en compañía de su hijo, teniente de la Benemérita. Y tuvo palabras para Fernando Frade, el minero fallecido en una explosión en Cangas del Narcea.

Fernández de Mesa elogió el juramento realizado por Almiñana, "de acuerdo con la legalidad constitucional vigente". Para el director general, "en ocasiones parece absurdo poner de relieve cuestiones que deberían estar superadas desde la Constitución de 1978", como la defensa de la bandera, "de todos los españoles, que no ofende ni debería ofender a nadie". Y es que, para Fernández de Mesa, "la Constitución de 1978 es la Constitución de la concordia, impulsada por personas de ideologías muy diferentes y apoyada de manera determinante por muchos, y ha dado el periodo de estabilidad política, económica y social más largo de la historia de España".