El aprovechamiento turístico del Camino de Santiago es un producto exportable. Una convicción así lleva a los hosteleros asturianos a tratar de expandir a Cantabria y Galicia su programa de atención personalizada a peregrinos. El producto funciona desde hace tres años, ofrece servicios exclusivos para caminantes o ciclistas en ruta hacia Santiago y hoy, en el stand del Principado en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), será presentado para su expansión a la asociación cántabra de hostelería. El propósito de la patronal turística asturiana, Otea, es agrandar el ámbito territorial de un proyecto que para rentabilizar turísticamente el Camino pone distintos tipos de alojamiento al alcance del peregrino -de una casa rural a un hotel- y trata de ofrecerles distintos servicios a su medida, adaptando los horarios de los establecimientos a los suyos, proponiendo posibilidades gratuitas o de pago de contar con masajistas, traslado o custodia de equipajes o noches sin coste cada cierto número de estancias.