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Gerona, tras los pasos de Cudillero

CiU acaba de plantear en el Ayuntamiento gerundense una estrategia similar a la del PSOE pixueto en 2013 para designar a su nuevo alcalde

Gerona, tras los pasos de Cudillero

Con Cudillero empezó todo. El grupo municipal de Convergencia i Unió (CiU) en Gerona acaba de plantear una estrategia similar a la que recurrió el PSOE de Cudillero en 2013, para designar a su nuevo alcalde. La situación, siendo parecida, presenta una diferencia esencial. Los socialistas pixuetos apoyaron el nombramiento como alcalde de un concejal que ni siquiera se había presentado a las elecciones; en cambio CiU han entregado el bastón de mando, para suceder al nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a un candidato no electo en los comicios pero que iba en uno de los últimos puestos de la lista, el 19.

El polémico relevo en la alcaldía de Cudillero tras la dimisión voluntaria de Gabriel López, que había sucedido al controvertido regidor Francisco González tras la elección de éste como diputado autonómico en las filas del PSOE, hizo temblar los cimientos de la jurisprudencia española en materia de proclamaciones de alcalde. Todos los integrantes de la lista socialista en Cudillero, incluidos los suplentes, renunciaron a la posibilidad de ser el regidor. Ese movimiento, tras el que buena parte de la oposición pixueta vio una maniobra de Francisco González, secretario general de la agrupación socialista local y alcalde durante más de dos décadas, permitió en marzo de 2013 la entrega del bastón de mando local al militante socialista Ignacio Fernández, que no había formado parte de la candidatura electoral de 2011.

Cinco años después, la elección sorpresiva de Carles Puigdemont tras la renuncia, forzada por la CUP, de Artur Mas, ha desembocado en otro enredo para proclamar al nuevo alcalde de Gerona, cargo que hasta ahora ostentaba el recién nombrado presidente de la Generalitat. CiU ha acordado la elección como alcalde de Albert Ballesta, que había ido en el puesto 19 de la lista pero no había resultado electo. Para que Ballesta, que en la actualidad era responsable de la consejería gerundense de Interior, sea el nuevo regidor de la capital convertida en bastión del independentismo catalán han tenido que renunciar a entrar en la corporación todos los candidatos que iban entre los puestos 11 y 18. Eso sin contar el tira y afloja con la actual alcaldesa en funciones, que ha pasado a otra formación por tensiones sobre el proceso soberanista.

El nombramiento de Ignacio Fernández como alcalde de Cudillero acabó siendo tumbado por el Tribunal Constitucional, que entendió que el procedimiento llevado a cabo permitía cubrir la vacante de un concejal pero no daba legitimidad a su designación como Alcalde. En Cudillero hubo 5 alcaldes en dos años. Los socialistas pixuetos habían invocado una reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) para facilitar el nombramiento de alcaldes que no habían pasado por las urnas, aprobada durante la presidencia de José María Aznar en respuesta a los atentados etarras con concejales y regidores como objetivos.

La opinión del jurista

"En ambos casos se trata de un cierto fraude político al elector y una cierta deslealtad", sostiene Miguel Presno, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Oviedo. "En las elecciones municipales, la figura de quienes encabezan las listas tiene una especial relevancia para el elector", plantea Presno, quien , no obstante, considera "una diferencia importante" que en el caso de Cudillero "el elegido no había ido ni siquiera en la lista".

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