PSOE, IU y Ciudadanos han cerrado ya el pacto para reformar la ley electoral asturiana, tras una negociación de la que se descolgó Podemos. Los dos primeros grupos parlamentarios han dejado en mano de la formación naranja la redacción de la proposición de ley, que será registrada próximamente en la Junta General del Principado.

La reforma sigue la pauta de la que se negoció, sin éxito, al principio de la pasada legislatura, que mantiene las circunscripciones, pero estableciendo un sistema de elección de 10 de los 45 diputados utilizando los restos, de forma que "se asemeja lo más posible a la proporcionalidad de una persona, un voto", según señala el portavoz de IU, Gaspar Llamazares. Tanto la coalición como el PSOE esperan que la propuesta obtenga en la Cámara los apoyos necesarios, que "deben ser al menos de tres quintas partes" de los diputados, según insiste Fernando Lastra, portavoz del PSOE, "tal como acordamos en el pacto de investidura".

Podemos, por su parte, asegura que la reforma electoral le parece "muy importante" pero cree que "se ha quedado corta", ya que debería incluir mecanismos de control ciudadano, como referéndum y consultas, según señala el diputado Daniel Ripa.