El invierno tímido que se resiste a entrar en Asturias subió ayer las temperaturas hasta rondar las máximas históricas de un mes de enero. Empujados por el viento del Sur, los termómetros ascendieron hasta los 21,5 grados medidos a las tres y media de la tarde en el concejo de Amieva para situar el registro en lo más alto del mes y no demasiado lejos de los 23,6 que marcan el récord de un enero asturiano, consignados en Gijón el día de Reyes de 1999. De la magnitud de la anomalía térmica da fe la circunstancia insólita de que la temperatura máxima que se considera normal en enero en Oviedo a la vista de los datos acumulados en las últimas décadas es de doce grados, exactamente la mínima de ayer en la capital del Principado.

El resultado es el atuendo primaveral en la playa de San Lorenzo de Gijón un sábado de avanzado enero, los paseos por la arena con los pies en el agua y las estaciones de esquí cerradas después de superar el primer mes del invierno. Después del diciembre más caluroso que recuerdan las estadísticas meteorológicas, el menos frío en al menos cuatro décadas, enero ha retomado tras un breve paréntesis el ambiente anticiclónico, el tiempo seco y despejado y la atmósfera en calma? Y aunque los servicios meteorológicos advierten de que la situación es de mucha incertidumbre, la tendencia prevista para hoy copia las condiciones de ayer añadiendo incluso algún grado más a los termómetros, poniendo los de Gijón en el entorno de los 23 y todos los de las principales poblaciones asturianas por encima de los veinte. La previsión de temperaturas máximas para este domingo equivale prácticamente a las más altas medidas en un mes de enero desde que existe constancia estadística.

El pronóstico de hoy adelanta algunos leves intervalos nubosos y vientos flojos del Sur que irán aumentando su intensidad en zonas altas, sin descartar aquí rachas fuertes al final de la jornada, pero todo empieza a cambiar mañana, con el incremento de la posibilidad de lluvias, el descenso de las temperaturas y de la cota de nieve -hasta situarse hacia los 1.300 metros al final del día- y el viento tendiendo a girar hacia el Oeste. Si se cumplen las previsiones, del domingo al martes las máximas pueden experimentar un brusco descenso cifrado en el entorno de los ocho grados, acercándose poco a poco, de aquí al final de la semana, a los valores considerados normales para esta época.