Cobrar por servicios, sí. Cobrar por disfrutar del paisaje, no. Eso es lo que opina el sector turístico asturiano sobre la posibilidad de poner precio a la naturaleza. Un estudio de la Universidad de Oviedo, realizado por la profesora de Economía Aplicada Elena Ceniceros, revela que los visitantes estarían dispuestos a pagar por acceder a espacios protegidos como el de Somiedo. Los empresarios regionales no lo tienen tan claro. No cabe duda, dicen, de que el gratis total merma el valor de las joyas paisajísticas, pero creen que antes de cobrar una entrada, habría que mejorar las prestaciones. "Sitios preciosos los hay en otras comunidades, la clave está en explotar el recurso con guías, información y un plan de conservación", asegura Adriano Verdasco, presidente de la Federación de Turismo Rural.
El sector denuncia que los parques naturales (Somiedo, Redes, Ponga, Las Ubiñas-La Mesa y Fuentes del Narcea) están abandonados y pide una intervención urgente en sus sendas. "Ahora mismo, están hechas un desastre", se queja Juan Rionda, responsable de la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderimo del Principado. Rionda es especialmente crítico con la propuesta de poner taquillas en el paraíso verde. "Estamos hablando de poner restricciones en media región. ¿Qué hacemos entonces los montañeros? Me parece una salvajada", expone. No obstante, Rionda no está en contra de poner una "ecotasa voluntaria" que contribuya a conservar las reservas naturales. Pero para ello, -volvemos al inicio- habría que poner en marcha servicios que diesen un plus turístico al visitante. "Falta información y la señalización es deficiente. De nada sirve entonces que vendamos en Fitur que Asturias es un paraíso natural si no somos capaces de ofrecer un mínimo de calidad en las infraestructuras", razona.
Lo mismo opina Ricardo Soto, de la Asociación de Turismo Activo y Albergues de Asturias: "Ya se pagan bastantes impuestos. Y si todavía hubiese una prestación de servicios, bueno... Pero lo que se ve ahora es una dejadez total. Antes de prohibir, que se pongan a trabajar". Por su parte, el responsable de la Fundación Oso Pardo (FOP), Guillermo Palomero, sostiene que cobrar por entrar a un espacio natural "no es una buena idea". "Si el parque organiza rutas o hace publicaciones, por poner un ejemplo, veo bien que haya que pagar. Pero eso son servicios. Garantizar el disfrute de la naturaleza es una obligación de la Administración", explica.
Por alusiones, el Gobierno regional aseguró ayer que no se plantea cobrar por acceder a los parques. Fuentes de la consejería de Desarrollo Rural y Recursos naturales indican que el debate ya se inició hace años y que por ahora descartan analizar la medida, que pone sobre la mesa el estudio de la Universidad de Oviedo. "Es un tema muy complejo, ya que la posibilidad de aplicar una tasa plantea varios problemas. Uno de ellos es el control de visitantes, ya que los parques tienen varias entradas. Y otro, el gran número de terrenos de utilidad pública que tenemos", concluyen.
