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Los somedanos cuestionan la viabilidad y la gestión de la tasa

"Habría que crear un impuesto, se necesitan consenso y las ideas claras", destaca el alcalde, Belarmino Fernández

Varios senderistas, junto al lago Calabazosa, en el parque de Somiedo.

¿Quién lo gestiona y cómo? Son las principales preguntas que se hacen los somedanos en relación al estudio de la profesora de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, Elena Ceniceros, en el que señala que un 96 por ciento de los visitantes del Parque Natural de Somiedo pagarían una tasa de 4,5 euros por visitar el territorio protegido. Las dudas de los principales sectores del concejo, turístico y ganadero, y del Ayuntamiento radican en el modelo de gestión.

El amplio porcentaje de visitantes dispuestos a pagar, no como una entrada de acceso sino como un valor añadido al espacio natural, alegra en Somiedo pero con reparos. "El planteamiento teórico está muy bien, es una ecotasa parecida a la de Baleares, y me alegra que la gente tenga esa sensibilidad de que estarían dispuestos a pagar por visitarnos pero lo veo de difícil aplicación", señala Belarmino Fernández Fervienza, Alcalde de Somiedo.

El Parque Natural de Somiedo se concentra en 300 kilómetros cuadrados, prácticamente la totalidad del municipio, y tiene varias entradas desde Asturias y León. "¿Qué hacemos, ponemos aduanas? ¿cómo se puede tener un control de las entradas de los visitantes? ", cuestiona Fernández. "Cualquiera puede entrar por una pista, esto no es un bosque con una entrada como sí pasa en Muniellos, lo veo muy complicado".

Esta es una opinión que también comparte la presidenta de la asociación de Hostelería y Servicios Turísticos de Somiedo, Inés Feito. "Si alguien llega por Torrestío con la mochila ¿quién le cobra? ¿hay que poner peajes?", pregunta. La presidenta del colectivo valora la investigación de Ceniceros como un estudio "serio y muy amplio", si bien tiene dudas sobre su puesta en marcha, "la aplicación práctica no la veo", matiza.

La información publicada por LA NUEVA ESPAÑA sobre el estudio de la profesora Ceniceros generó un amplio debate ayer en el concejo suroccidental entre los que sí estiman que la tasa serviría como valor añadido al Parque Natural y los que consideran que no es necesario pagar por visitar Somiedo. En esa última línea opina Feito: "No soy partidaria de cobrar impuestos por disfrutar de los espacios públicos, es algo que pienso a título personal, porque ya tenemos impuestos a punta pala".

Feito también cree que habría que establecer unos párametros claros sobre cuándo cobrar, que podrían ir en relación a las estancias. "No me parece necesario cobrarle cuatro euros a una familia por venir a comer a Somiedo", afirma. Feito teme que la medida sea contraproducente para el concejo y el pago de 4,5 euros sirva para ahuyentar a los visitantes.

En ese sentido, el Alcalde considera que una fórmula exitosa para el cobro de la tasa sería mediante la vía fiscal. "Habría que crear un impuesto para cobrar el acceso pero ¿cómo se puede hacer? Se necesita consenso y las ideas claras", manifiesta el regidor. Asimismo, valora la posibilidad de que los fondos sean gestionados entre el Parque Natural y el Ayuntamiento en función de las principales necesidades de la zona. Fernández cree oportuno vincular los fondos recaudados, estimados en una media de 15 millones de euros anuales, a mejorar el parque y las condiciones de vida de los vecinos.

Esa postura la respalda el sector ganadero del concejo: "Creo que lo mejor sería que esos fondos sirvan para fomentar la economía de Somiedo y que se dediquen a preservar el medio ambiente y a realizar mejoras en el Parque", comenta Simón López Cabezas, presidente de la asociación de Ganaderos de Somiedo.

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