La reforma de la ley electoral asturiana inicia su tramitación parlamentaria con menos apoyo que en la anterior legislatura anterior, cuando no prosperó por la negativa socialista a aprobar un nuevo texto que no contaba con una mayoría cualificada. PSOE, IU y Ciudadanos registraron ayer en la Junta General una nueva proposición de ley que tiene como objetivo mejorar la proporcionalidad del sistema de voto, introducir listas desbloqueadas y reforzar las incompatibilidades de la actual norma, aprobada hace tres décadas. Los tres partidos proponentes se mostraron optimistas en conseguir el respaldo de Podemos, que volverá a tener la llave, como ya ocurrió en el debate del Presupuesto, ante el previsible rechazo del PP y Foro, para los que "no es prioritaria" dicha reforma.

El segundo dictamen de la reforma electoral llega con el apoyo de los 22 votos que suman los grupos de los partidos que han firmado el nuevo proyecto de ley, frente a los 23 que sumaban en 2013 el PSOE, IU y UPyD, equivalentes a la mayoría absoluta de la Cámara regional. Entonces, la aritmética parlamentaria habría garantizado la aprobación de la reforma de la ley electoral, una circunstancia que no se produce ahora. ¿Qué ha cambiado? En 2013 los dos partidos del centro derecha bloquearon la reforma, ahora la entrada de Podemos en el hemiciclo amplia el abanico de posibilidades y le concede un papel decisivo, siempre y cuando populares y foristas mantengan su negativa.

"Por fin se dan las condiciones", valoró el portavoz socialista en la Junta, Fernando Lastra, quien puso como listón para que la reforma prospere, la obtención de los votos de tres quintas partes de la Junta, es decir 27 diputados, esté o no el PP "porque esa mayoría sería lo suficientemente representativa". El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, calificó de "pionero y vanguardista" el nuevo texto y calificó de "menores" y "externas" a la ley las diferencias con Podemos. Nicanor García, de Ciudadanos, recordó que el PP asturiano había aceptado la reforma electoral en la negociación de la investidura "por lo que ahora no deberían tener inconveniente". Populares y foristas coincidieron ayer en su primera valoración: "No es un asunto prioritario para los ciudadanos", afirmaron Matías Rodríguez Feito (PP) y Cristina Coto (Foro).

Podemos mantuvo el suspense. "Es posible mejorar la ley y confíamos en que se produzca esa mejora porque esta ley es para muchos años y el avance nos parece demasiado contenido", juzgó el diputado Enrique López.