Las temperaturas benignas de este invierno y el hecho de que el virus predominante sea el A pandémico del año 2009 está frenando la progresión de la gripe en Asturias. La incidencia de la enfermedad ha vuelto a aumentar en la tercera semana del año, pero menos de lo previsible. En consecuencia, se mantiene en niveles bajos.

Según la Red de Médicos Centinela de Asturias, basados en las consultas de atención primaria, la gripe aumenta entre adolescentes y adultos menores de 65 años, hasta situarse en 154,3 casos por cada 100.000 habitantes.

La Consejería de Sanidad señala que el comportamiento de la gripe está siendo "atípico" por causas difíciles establecer, si bien apuntan a las elevadas temperaturas -impropias del invierno- y que el virus gripal que más se detecta es del mismo tipo que lleva varios años circulando y que ha debido generar una cierta inmunidad en la población.

Por grupos de edad, los más afectados son los menores de 14 años y los adultos jóvenes, señala un comunicado difundido por la Consejería de Sanidad.