La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La protección del Camino dificulta toda obra en su entorno, alertan los técnicos

Patrimonio impone criterios estéticos y arquitectónicos para actuaciones en los edificios incluidos en las áreas de preservación de la ruta jacobea

Las franjas de protección del Camino de Santiago "dificultan" y "retrasan" la tramitación de cualquier obra en el entorno de las rutas jacobeas de aquellos municipios que tienen los itinerarios oficialmente delimitados, según reconocen arquitectos y técnicos municipales. Este perímetro de preservación que el Gobierno regional incorporará al plan especial de promoción del Camino que pretende aprobar este año viene definido en un decreto aprobado por el Principado en 2006. Ocupa treinta metros a cada lado de la ruta en las zonas rurales y afecta a todos los solares colindantes al trazado en el caso de las urbanas.

Las diferentes rutas asturianas del Camino de Santiago pasan por 34 concejos y suman más de 560 kilómetros de recorrido. El Camino Primitivo entre Oviedo y el puerto de El Acebo, el Costero de Bustio a Abres, y el Camino de El Salvador de Pajares a Oviedo están declarados Bien de Interés Cultural (BIC). Además, el Primitivo y el de la Costa fueron incluidos en julio de 2015 en la lista de patrimonio mundial de la Unesco, que es el brazo cultural de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

La normativa para la protección de la ruta jacobea establece que los propietarios de los solares y edificaciones de su entorno están obligados a recabar un permiso de la Dirección General de Patrimonio del Principado en caso de que quieran llevar a cabo en ellos alguna obra, aunque sea menor, como, por ejemplo, un simple retejado. Sin embargo, no es necesario redactar un informe específico para acompañar la correspondiente solicitud. Según los especialistas consultados, lo más común, si el municipio no cuenta con un plan especial para el Camino de Santiago, es que el arquitecto encargado remita a la Administración el proyecto o la ficha técnica de la actuación, detallando todas sus características. "Por lo general, Patrimonio no se inmiscuye en las condiciones de edificabilidad, que dependen del planeamiento municipal, pero sí en las soluciones arquitectónicas o estéticas, obligando a que se utilicen determinados materiales o a que se respete la fachada si tiene algo de interés", apunta uno de los técnicos municipales consultados, que pone el siguiente ejemplo: "Si uno quiere arreglar el tejado, le indican qué tipo de tejas puede usar o qué tipo de madera tiene que poner para no desentonar con el entorno".

"Si se trata de una obra menor, Patrimonio suele tardar alrededor de un mes y medio en responder, pero si el proyecto es de entidad el dictamen puede demorarse bastante más", subraya un arquitecto que ya ha tramitado solicitudes de obra de edificios afectados por el entorno de protección del Camino. Este profesional advierte de que, sobre todo en las zonas urbanas, la normativa puede originar "problemas graves" a los propietarios. Y más si tienen inmuebles de protección integral.

Más protección

El Consejo de Gobierno del Principado abordó ayer el plan especial con el que el Ejecutivo de Javier Fernández pretende convertir el Camino de Santiago en un "gran eje de cultural, turístico y de desarrollo". Según indicó Guillermo Martínez, consejero de Presidencia, en su comparecencia ante los medios tras la reunión del Consejo, se va a "estudiar la posibilidad" de ampliar la protección de algunos tramos de las rutas, entre ellos los que transcurren por Aller y Lena, que aspiran a convertirse en Bien de Interés Cultural.

Además, dentro del plan también está prevista la elaboración de manuales sobre criterios de actuación en cierres de construcciones o rehabilitación de viviendas próximas a las rutas, así como supervisiones periódicas del estado de los trazados y de sus bienes, o la habilitación de caminos alternativos a los oficiales por motivos de seguridad. Otro de los objetivos fijados ayer por Guillermo Martínez pasa por impulsar la red de albergues de peregrinos, regulando su funcionamiento y mejorando su calidad con un sistema wi-fi de acceso a internet.

El calendario que maneja el Gobierno establece que el primer borrador del plan esté listo en septiembre, de forma que pueda quedar definitivamente aprobado antes de que concluya el año.

Compartir el artículo

stats