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Revuelta religiosa entre rejas

Voluntarios de la Pastoral Penitenciaria acusan al delegado de actuar de forma unilateral e irreflexiva al suspender el servicio

Revuelta en el seno de la Pastoral Penitenciaria en Villabona. El pasado 29 de diciembre, el delegado de este servicio, el jesuita José Antonio García Quintana, retiró los pases de acceso a la prisión a los voluntarios, y unas horas después les remitió un correo electrónico en el que se les anunciaba que se suspendían las actividades de voluntariado durante tres meses. García Quintana aducía que adoptaba la decisión "después de consultar con muchas personas y visto el cariz y desajustes continuos en el funcionamiento". Anunciaba además que pasados tres meses, se haría una criba de los voluntarios. La Asociación de Familiares y Amigos de la UTE reaccionó criticando la decisión, que creen motivada por el apoyo dado por los voluntarios de Pastoral Penitenciaria al modelo original de las unidades terapéuticas e inspirada por la dirección del centro, dentro de una campaña de acoso.

Días después, el Arzobispado aclaraba que se suspendían solo las actividades de voluntariado, no la Pastoral Penitenciaria, y que la medida obedecía a una reorganización interna en absoluto impuesta por Instituciones Penitenciarias. Ahora, un grupo de unos 25 voluntarios de la Pastoral han difundido un comunicado en el que acusan al delegado de actuar "de forma unilateral, poco elegante e irreflexiva", sin contar con ellos, y le piden una reunión "franca y sincera".

Los voluntarios se reunieron el pasado 11 de enero. Pretendían únicamente "compartir la inquietud y el malestar" que les produjo la suspensión. Las aseveraciones de García Quintana produjeron "un gran desconcierto, ya que ninguno de los 25 voluntarios presentes en la citada reunión sabía a qué obedecía, puesto que en él abunda en acusaciones sin aportar explicación concreta alguna sobre cada una de ellas".

"Más natural y cristiano"

"Todo hubiese sido más sencillo, más natural y, sin duda, más éticamente cristiano, si la reunión se hubiese celebrado con anterioridad a su comunicado, convocada por usted mismo, en la que se nos trasladase abiertamente lo que le inquietaba en base a la opinión que usted se había formado sobre el grupo", añaden los voluntarios. Afean al delegado que tomase la decisión sin hablar previamente con ellos y sin sopesar el impacto que tendría sobre los internos. Y es que los voluntarios realizan una intensa labor de apoyo a los reclusos, desde impartir clases o tutelar sus permisos hasta mantenerles en contacto con la familia, sin obviar el respaldo emocional.

Los voluntarios preguntan a García Quintana con qué personas ha consultado para tomar la decisión de suspender el servicio, le piden que aclare "los desajustes" a los que hace mención, así como qué "situación no ha sido posible reconducir". "Dice usted que se ve obligado... ¿Por qué es usted quien toma esta decisión tan grave cuándo solo lleva unos pocos meses en el cargo, apenas nos conoce, y cuanto sabe de nosotros se limita, según usted mismo indica, a lo que le han contado otras personas?", preguntan .

Tampoco comprenden el motivo por el que el delegado indica que no saben dónde se encuentran ni que representan a la Iglesia de Asturias. Los voluntarios también señalan que no necesitan replantearse la pertenencia a un grupo con el que llevan comprometidos desde hace 18 años. Añaden que el delegado habla de "convocar una reunión, fijar condiciones que deben de ser aceptadas, hacer curso de formación..., todo ello desde un talante impositivo e irrespetuoso" hacia ellos. Ven una falta de respeto que se ponga en entredicho el trabajo que han realizado estas dos décadas. También a los internos. Terminan indicando que un cardenal les ha remitido un mensaje: "Lamento que tengan que pasar por esto en el Año de la Misericordia"

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