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MYRIAM GARCÍA RODRÍGUEZ | Presidenta de la Asociación de Filosofía para Niños

"La filosofía parte del asombro y los niños viven permanentemente en ese estado"

"Hay que trabajar el diálogo, la manera de pensar y de comunicarse; en este país nos gusta discutir pero estamos poco acostumbrados a razonar"

Myriam García Rodríguez, en el IES de La Bañeza, en León.

-¿Cuál es la gran pregunta de la filosofía?

-Es algo muy difícil de contestar. Hay tantas... Supongo que tiene que ver con las claves de la felicidad.

-¿Usted se la ha contestado?

-La felicidad está en darle sentido a la vida, en la finalidad de nuestra existencia. Y en hacer lo que uno quiere y le gusta.

-¿Lo consigue?

-¡Sí!

Myriam García Rodríguez es doctora en Filosofía, Máster en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología por la Universidad de Oviedo y presidenta de la Asociación de Filosofía del Principado Filonenos. Por decirlo de otra forma, una asociación que promueve programas de filosofía para niños. Es profesora de Filosofía en el IES Vía de la Plata, en La Bañeza (León).

-¿Cómo compaginar filosofía y niñez?

-Fácil. La filosofía nace del asombro, de la curiosidad. Los niños viven permanentemente en ese estado y de ahí surgen muchas preguntas metafísicas. Lo que pasa es que cuando nos hacemos adultos dejamos de hacernos preguntas porque aceptamos los misterios de la vida.

-Quizá dejamos de hacernos preguntas porque sabemos que no hay respuestas.

-Lo hacemos por pereza, por miedo. Y nos acomodamos a las respuestas que nos dan otros, desde los políticos hasta la religión. Dejamos de pensar por nosotros mismos, y no debería ser así porque el ser humano es curioso por naturaleza y unas preguntas llevan a otras. Es lo que pasa con los niños. El problema es que los niños necesitan un cierre a la pregunta y eso no siempre es posible. También tenemos que educarlos, por tanto, para aceptar la incertidumbre de la vida.

-Ponga una edad mínima para la aventura de pensar.

-Yo tengo un sobrino de 4 años, es una edad llena de por qué y un buen momento para comenzar a satisfacer su curiosidad sin mentiras ni respuestas fantasiosas. Los niños no vienen de París ni los trae volando la cigüeña.

-¿Qué hacemos con los Reyes Magos o con Papá Noel entonces?

-Me parece perfecto, no tiene nada que ver. Debe existir siempre un espacio de fantasía, pero hay que huir de ciertos mitos. Contarle una mentira a un niño no es un buen camino.

-¿Qué tal sus alumnos adolescentes?

-Les gusta la materia y me piden más. Cuando se aborda la Educación para la Ciudadanía les encanta el debate. Con la LOMCE desaparece la asignatura en segundo de la ESO. Y la Ética, en cuarto.

-¿A los políticos les da miedo la filosofía?

-No creo que sea una cuestión de miedo, sino de determinados argumentos económicos en el diseño de la política educativa. Se tiende a crear una fuerza de trabajo cualificada en detrimento del pensamiento ético y responsable. Pero en nuestra sociedad estamos cansados de utilizar la palabra "ética", está muy de moda, así que la LOMCE va un poco en contra de esa sociedad.

-Dicen que falla la metodología a la hora de impartir la asignatura.

-La Filosofía en los institutos no está bien planteada. Nos centramos en los conocimientos, datos para memorizar, pero olvidamos las aplicaciones. La profesora Amelia Valcárcel pone un ejemplo. Pregunta: ¿tú irías sin abrigo en invierno? Pues la Filosofía es eso, un abrigo para la vida.

-Algo útil.

-Mucho. Tanto, que nos permite comprender la realidad social. Nada más y nada menos. La filosofía activa nuestras defensas contra los agentes externos y ayuda a amueblar bien nuestra cabeza. El gran reto es hacer la materia más atractiva a los escolares, pero eso ocurre con todas las materias. No vale dar clase al modo del siglo XIX para alumnos del siglo XXI.

-¿Cómo se trabaja con niños de corta edad?

-Son seminarios de tres meses como máximo. Se trabaja el diálogo, la manera de pensar y de comunicarse. En general, en este país estamos poco acostumbrados a razonar y argumentar, nos gusta discutir, monólogos entre dos sin escuchar lo que dice el otro. Me hace gracia ver cómo a veces dos personas que están de acuerdo en casi todo siguen discutiendo porque son incapaces de ver ese acuerdo.

-Y los niños, ¿cómo reaccionan?

-Hay estudios muy serios que muestran que los niños son capaces de volverse seres más sofisticados en sus pensamientos. Un niño de 10 años está en condiciones de plantear preguntas del tipo de "de dónde venimos" o "por qué estamos aquí".

-¿Dónde surge la filosofía para niños?

-En Estados Unidos a finales de los setenta. Su inspirador es Matthew Lipman, que fue profesor de la Universidad de Montclair, en New Jersey.

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