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La cuarta parte de los perceptores del salario social están exonerados de trabajar

La mayoría de los exonerados son mayores de 65 años, sufren alguna enfermedad incapacitante o son dependientes

La cuarta parte de los perceptores del salario social están exonerados de trabajar

Uno de cada cuatro asturianos que cobran el salario social del Principado (442,96 euros al mes) está exonerado de participar en planes personalizados de incorporación social o cualquier otra actividad. Las razones son de edad, discapacidad, dependencia, estado de salud e incluso el cobro de pensiones de viudedad o no contributivas tan raquíticas que a sus beneficiarios se les concede la ayuda para que alcancen unos ingresos que, aún así, no se aproximan ni al Salario Mínimo Interprofesional 655,20 euros. Esta exoneración no significa que reciban la renta mínima y no se vean sometido a seguimiento o a intervención, que se realiza desde los servicios sociales de los ayuntamientos.

Asturias tenía a 30 de noviembre pasado (aún no se ha cerrado el ejercicio 2015 con los datos de diciembre) un total de 18.388 titulares cobrando el salario social, pero al tratarse de unidades familiares se calcula que en la región haya unas 40.000 personas viviendo de esa ayuda. La cifra de solicitudes se ha más que duplicado desde que empezó la crisis en 2008, provocado en gran medida por el incremento del número de desempleados de larga duración que se han quedado sin prestación alguna.

El PP, Foro Asturias, y también la patronal FADE cargaron esta semana contra el modelo de esta ayuda social, que por ley está considerada un derecho subjetivo para todos los asturianos, con dos fines: garantizar un ingreso mínimo para alimentación y vestido, y la inserción social, para lo que su beneficiario está obligado a participar, según estipula la legislación, en "programas integrales que favorezcan la incorporación e inserción social de las personas y colectivos en riesgo de exclusión, sobre todo en materia de salud, vivienda, educación, formación y empleo".

La oposición y los empresarios, sin embargo, entienden que al carecer el salario social de límite temporal, hay quienes lo disfrutan de por vida sin realizar esfuerzo alguno por incorporarse al mundo laboral. Y por eso han exigido limitarlo en el tiempo y un mayor control a los perceptores.

Los últimos datos cerrados corresponden al año 2014, con 14.017 titulares y efectivamente, hasta un 25% de los perceptores están exonerados de firmar lo que se denomina el programa personalizado de incorporación social. Es decir, un total de 3.504 personas.

Las razones, según los últimos datos disponibles de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales, son diversas. De ese total de beneficiarios exonerados, el 42% corresponde a personas mayores de 65 años, que por edad ya no tienen que incorporarse al mundo laboral pero cuyos medios económicos son muy bajos y perciben la ayuda como complemento.

Otro 21% de los beneficiarios del salario social no está obligados a realizar un plan personalizado de inserción porque su estado de salud se lo impide. También hay un 1% que son dependientes y, por último, un 36% de los exonerados están agrupados en el apartado de "Otros", donde hay variopintas situaciones: desde mujeres divorciadas con hijos a su cargo que no reciben la pensión alimenticia y carecen de otros recursos económicos, hasta inmigrantes en situación de desamparo.

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