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Cuando la nieve escasea, surf

El viento del Sur y una mar más revuelta se presentan como principales aliados para el deporte de las olas en un invierno atípico

Cinco jóvenes caminan con sus tablas a la orilla del agua en el arenal gijonés de San Lorenzo. juan plaza

"El año pasado teníamos 70 personas en la escuela durante el invierno y este año tenemos un centenar. El invierno atípico nos ha repercutido muy positivamente". Dani Aznar, entrenador de "SkoolSurf" refleja así el beneficio de un sector que se ha visto favorecido por las altas temperaturas durante el invierno y que ha atraído a los amantes de la nieve hacia las aguas del Cantábrico. "Cuando llegaba octubre o noviembre muchos cortaban el surf y se pasaban a la nieve, y no volvían hasta Semana Santa, pero este año estamos ya casi en febrero y aquí siguen", señala.

La costa gijonesa también se ha visto favorecida por un invierno anormalmente caluroso, con mucho viento del Sur y mejores condiciones para surfear. "El oleaje del norte con el viento del Sur son las condiciones idóneas. Y eso se está dando ahora mismo", indica Jaime Fernández, de "Tablas Surf School", que llevan con la escuela abierta desde 1985. "Los vientos más cálidos ayudan a la gente a entrar al agua porque hay una mejor temperatura y condiciones. Lo que está pasando es que se está retrasando todavía más el final del otoño, que es la mejor época de oleaje para el surf", añade.

Para Dani Aznar también se da otro factor importante que hace que la mar esté más revuelta, como es el caso del fenómeno de "El Niño". "Es como una especie de huracán que hace que en el pacifico las olas sean más grandes, como en Hawai, donde ya están disfrutándolo. Y la consecuencia es que aquí el mar esté más revuelto", indica. Eso, junto al viento Sur, provoca unas condiciones idóneas. "El viento da en contra de las olas y forma el tubo", apunta Aznar, que indica las zonas idóneas para disfrutar de estas actividad: "Cuanto más mar hay nos acercamos más a la zona de San Pedro para resguardarnos y cuanto menos haya nos tiramos para la zona del Bellavista y la cercana a El Piles". No solo los practicantes del surf se ven beneficiados por el cambio climático. También los negocios relacionados con esta actividad. "Muchos prefieren invertir en un traje de neopreno que en ropa para esquiar. También notamos un aumento en las ventas", según Jaime Fernández.

El surf es una actividad que goza de un número incondicionales de fieles en el municipio gijonés que aprovechan las olas en cualquier momento del año. "Estás tú solo y no dependes de nadie. Por eso es una actividad atractiva, en la que cada día mejoras, y te puede dar la opción de viajar e ir probándote en sitios de la costa diferentes en España e incluso el extranjero", resalta Dani Aznar, que recuerda que "muchos de los que empiezan a practicar el surf no lo han dejado este invierno y eso es un buen síntoma porque no pierden la costumbre y siguen progresando".

Desde Tapia de Casariego, no se ve una relación entre las malas condiciones para los deportes de nieve y el surf. Al menos así lo ve Rodrigo López, que regenta una escuela en la playa de Penarronda, compartida con Castropol: "Está haciendo buen tiempo para el surf, pero como otros inviernos. En estas fechas suele haber marejadas, que traen olas más constantes y de mayor tamaño, pero creo que no tiene nada que ver con la nieve". Este amante del surf sí considera que existe una relación entre este deporte y otros de deslizamiento, como el "skate" o el "snowboard", y algunos de los que solían practicar este último han cambiado la nieve por el agua salada este año.

López considera, además, que en los últimos tiempos se ha registrado un incremento constante en el número de personas interesadas en el deporte de las olas, que además se ha convertido en mucho más accesible gracias al alquiler de material.

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