Asturias es, junto con la Comunidad Valencia, una de las regiones con menor cobertura a personas dependientes mayores de 65 años, según el informe del Observatorio de Dependencia de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) que dirige el economista asturiano Ángel de la Fuente. Sin embargo, la proporción de personas de 65 años o más que están a la espera de recibir prestaciones es mucho mejor que la media nacional.

Estos resultados coinciden con las apreciaciones realizadas recientemente por la Asociación estatal de directores y gerentes de servicios sociales, quien achacaba los bajos datos de Asturias en atención a dependientes a una sobreestructura burocrática que la ralentiza.

El estudio de Fedea ha sido elaborado por los profesores Sergi Jiménez, Cristina Vilaplana y Analía Viola, y en él se repasa la evolución del Sistema de Atención a la Dependencia (SAAD), y se analiza su estado actual apoyándose en las estadísticas disponibles sobre presupuesto, prestaciones, usuarios y solicitantes.

Según el informe, el primero de estas características que realiza Fedea, la proporción de las personas de 65 años o más que reciben ayudas para la dependencia en países como Suiza, Holanda, Noruega y Suecia, oscila entre el 16% y el 20%, superando ampliamente al promedio de la OCDE15 (11,4%). Pero España se queda lejos de esa tasa, con un registro entre el 8% y 9% de la población mayor de 65 años.

Pero los profesores llaman la atención en el análisis por regiones, que muestra una enorme disparidad entre unas y otras. La razón fundamental se encuentra en la financiación del sistema, que varía de unas comunidades a otras.

Aseguran los autores de esta investigación que el sistema de dependencia ha adquirido un tamaño "razonable" en un corto periodo de tiempo, pero que está en riesgo de "languidecer" a consecuencia de la crisis y los recortes aplicados en 2012 y 2013. De hecho, una de sus debilidades es la aportación que debe de realizar el usuario, el llamado "copago".