La contabilidad del SOMA y de su fundación Instituto para la Formación, Investigación, Documentación y Estudios Sociales (Infide) era cualquier cosa menos un registro contable serio. Al punto de que aparecen incluso "entradas de miles de euros sin origen conocido y con salida sin destino registrado", aseguró ayer Alfredo García, abogado de Pedro Castillejo, el exsecretario del Infide al que el sindicato minero reclama 68.000 euros por gastos sin justificar. Según el letrado, la declaración, ayer, de tres testigos ha dejado claro que "los gastos se hicieron todos con tarjeta, y que Castillejo era el único que trabajaba ahí, con lo que se podrán demostrar los movimientos y que no se ha quedado con nada".

La titular del Juzgado número 2 de Oviedo, María Simonet Quelle Coto, que instruye la demanda del SOMA contra su exsecretario general, José Ángel Fernández Villa, tomó ayer declaración como testigos al contable del Infide y del SOMA, Juan Cigales; al secretario de la junta administradora, Amalio Fernández, y al tesorero del Infide, Víctor Manuel González.

Los tres declinaron responsabilidades pero coincidieron en que ni en el SOMA ni en el Infide existían mecanismos de control sobre el dinero, ni tampoco una mínima mecánica contable para registrar y justificar los ingresos y los gastos, que nadie aprobó pagar dietas y que había gastos sin justificar. También los tres coincidieron, según fuentes jurídicas, en que Pedro Castillejo era "el único" que trabajaba en la Fundación y "lo hacía todo".

Estas declaraciones le sirvieron a su abogado, Alfredo García, para explicar que ayer se verificó que "todos los gastos se hicieron con tarjeta, con lo que se pueden justificar y lo demostraremos con la documentación que vamos a presentar de inmediato y la que vamos a reclamar que se adjunte. Esos gastos corresponden a ocho años de actividad y del desarrollo de trabajo para la fundación". También indicó que la contabilidad está plagada de irregularidades, con "malos asientos, gastos sin justificar, ingresos de origen desconocido y gastos a terceros no identificados" y por los que, "curiosamente, el SOMA no preguntó".