El ligero poder remolcador del saldo migratorio resistió hasta 2012. Con la natalidad en las peores cifras de España, el padrón de hace tres años impuso en la demografía asturiana un punto de inflexión visible en la evolución de la población por municipios. En el trienio anterior, de 2009 a 2012, ya en plena crisis, crecían casi todos los grandes concejos del área central, con las excepciones de Avilés y las Cuencas, si bien la población progresó en bloque en todos los concejos del entorno de la Villa del Adelantado.