Investigadores de la Universidad de Oviedo y del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) han desarrollado un anticuerpo que facilita el diagnóstico del cáncer y describe mejor la agresividad de los tumores de colon, mama, pulmón o páncreas, que destacan por ser muy prevalentes y suelen tener mal pronóstico. Algunos de estos tipos de cáncer son, además, muy resistentes a los tratamientos médicos convencionales basados en la quimioterapia o radioterapia, lo que explica la alta tasa de mortalidad de quienes los sufren.

El profesor Juan Ramón de los Toyos, inmunólogo del departamento de Biología Funcional de la Universidad, explica que los cánceres invasivos, aquellos capaces de afectar a los tejidos sanos que rodean el tumor original, tienen una peculiaridad que explica el fracaso de buena parte de las terapias convencionales. Poseen una especie de escudo protector que consiste en un tejido de soporte (estroma) reforzado y enriquecido con numerosos vasos sanguíneos creados por el propio tumor.

Los especialistas de la Universidad y del HUCA han podido detectar un punto débil en esos tumores al identificar un componente que funciona como un excelente biomarcador para acotar el diagnóstico y pronóstico de la enfermedad y, por lo tanto, planificar mejor el tratamiento. Ese biomarcador contribuye a la formación del entramado extracelular que da cobijo y soporte al crecimiento del tumor. De los Toyos destaca que una pieza fundamental en la caracterización del papel biológico de esa molécula ha sido la generación de un anticuerpo -ya patentado y en fase de comercialización por una empresa farmacéutica- que está siendo utilizado para estudiar las características del estroma en los cánceres de colon, pulmón, mama y páncreas, entre otros. Ese mismo anticuerpo permite además distinguir mejor los tumores malignos de patologías benignas. El próximo paso, avanzan, es buscar otros anticuerpos que puedan tener un uso antitumoral.