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El futuro del turismo en la región

Una empresa catalana, la única que oferta viajes para pescar salmones en Asturias

En el sector turístico asturiano hay quien observa un mayor recorrido a este mercado si se flexibilizase la normativa

Una empresa catalana, la única que oferta viajes para pescar salmones en Asturias

Juan Suárez, de Pensilvania, y su hijo residente en California querían pescar salmones en Asturias, visitaron el Nalón y el Cares en 2014 y tienen interés en volver. Su viaje transatlántico con la caña en el equipaje podría ser un asunto a seguir, pero de momento están muy solos. La pesca en los ríos salmoneros más meridionales de Europa no captura demasiados turistas extranjeros. Este año, una única empresa, con domicilio en Cataluña y especialidad en la organización de viajes de pesca, ha adquirido 21 de los 46 cotos que el Principado ha reservado para su venta a pescadores extranjeros a través de operadores turísticos. La provisión total para los forasteros será esta temporada sólo de 73. Quedan 27 que la Administración prevé asignar directamente a particulares en un sorteo que se celebrará el miércoles. La oferta es pequeña y aun así el interés no desborda. La Administración puede reservar como máximo un cinco por ciento de los cotos totales para un uso que la ley llama "de fomento del turismo", y que en realidad son días de pesca que se ofrecen en exclusiva a pescadores extranjeros, pero rara vez, por no decir nunca, se llega a ese porcentaje.

Se reservan pocos, ni siquiera todos los que legalmente se podrían guardar, y aun así con demasiada frecuencia la demanda no cubre la oferta, lo que deja sin uso los cotos que no se venden, pero dentro del sector turístico asturiano hay quien observa un recorrido posible si se flexibilizase la normativa y se regulase el binomio de la pesca fluvial y el turismo sin circunscribir la reserva a los pescadores venidos de fuera de España. "Hay que darle una vuelta", opina Jaime García, empresario de alojamiento rural y pescador, responsable de Asturiasactiva, una de las empresas que el año pasado compró cotos para extranjeros. Entiende que la exigencia de depósito para forasteros, y la vigilancia para que se cumpla, es una forma de evitar la picaresca y el comercio ilegal de cotos, pero también que a veces los reservados son caros, que se obliga a tomar decisiones con demasiada antelación, o que no pasaría nada por valorar la posibilidad de "abrirlos" a otro tipo de clientela, independientemente de su nacionalidad, para que la realidad respondiera mejor a la letra del uso "turístico" del salmón. "Pienso que los cotos de pesca dirigidos al turismo deberían ser disfrutados por turistas", afirma, que "incluso, por ejemplo, se podría condicionar la asignación de cotos a tener reservada la estancia en un alojamiento autorizado, pero no entendemos que tengan que ser extranjeros quienes disfruten en exclusiva de ello".

A su juicio, este repaso a las posibilidades del mercado, que "en otras comunidades autónomas se regula de otra manera", podría llegar a beneficiar al entramado económico de las riberas de los ríos e incluso a las propias asociaciones de pescadores, toda vez que el viajero que pesca en un río desconocido siempre va a necesitar un guía que conozca los secretos del cauce. El asunto, remata, se trató en la mesa de turismo de la patronal asturiana hace algunos años y quedó dormido. "Tal vez habría que retomarlo".

La empresa que este año ofrece pesca en Asturias para extranjeros vende la región en sus folletos como destino ideal para la combinación del salmón atlántico con el turismo familiar, cantando las excelencias de los Picos de Europa y del entorno de los cauces para los acompañantes del pescador. Propone estancias de cuatro a seis noches en mayo y junio en hoteles de tres y cuatro estrellas en el oriente y el centro de la región y permisos para pescar en algunas de las zonas más productivas de los ríos salmoneros de la región: en los cotos Tempranas, Golondrosu, Brezu y Sierra del Sella, en los de la Llonga, Juan Castaño, La Figal y el Pilar del Narcea; en Monejo, Puente Viejo y El Tilo en el Cares... Aunque el folleto publicitario no incluye precios, algunas fuentes apuntan a 1.400 euros por cinco noches con alojamiento, coto reservado y guía.

Su intento reproduce las escasas tentativas que se han emprendido en los últimos años para utilizar el salmón asturiano como cebo para el turismo. Son pocas, y han tenido hasta ahora un éxito limitado en un mercado que está, según fuentes del Principado, restringido por la competencia de destinos mejores y más productivos, que aseguran más las capturas que el incierto panorama salmonero asturiano. De hecho, la venta de cotos turísticos a empresas del sector se efectúa en dos fases, la primera por lotes y la segunda por cotos sueltos, y éste es el segundo año consecutivo en el que la primera queda desierta.

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