El argumento que mueve a las nueve voluntarias y las cerca de cuarenta asiduas de la Fundación Bruno Salvadori, de Gijón, es que "después del cáncer hay mucha vida". La Fundación creó en 2008 "La casa de la vida", nombre que sigue al pie de la letra la filosofía de la institución, dedicada al apoyo de mujeres con cáncer de mama. "La casa de la vida", con sede en la calle Covadonga, tiene en Carmen de Gaínza una presidenta que cree que "nuestro éxito estriba en que todas nuestras voluntarias pasaron por la enfermedad, hablan de igual a igual con las personas que lo necesitan y son el mejor ejemplo de que el cáncer se puede vencer".
Dos psicólogas "que son un cielo" trabajan de forma altruista con la asociación: Cristina Moutas y la también voluntaria Lucía Villaverde. Carmen de Gaínza está convencida de que "aquí hemos hecho una familia. Si es necesario que alguien tenga que ponerse en contacto con el grupo a través de un WhatsApp a las cuatro de la madrugada, pues se hace y tiene respuesta".
Es famoso el desfile de moda que "La casa de la vida" celebra todos los años en el teatro Albéniz, cedido gratuitamente para la ocasión. Es el 19 de octubre, Día Internacional Contra el Cáncer de Mama. Nadie cobra un euro en su preparación. "En esta sociedad nuestra hay mucha gente solidaria".
