Con tan sólo 14 años, las asturianas empiezan a consumir hipnosedantes (tranquilizantes, sedantes o somníferos). El problema afecta básicamente a las mujeres. El 10,9% de las chicas consume de forma diaria estas sustancias frente al 3,6% de los chicos. Además, casi el 30% de la población femenina afirma haberse tomado tranquilizantes alguna vez en su vida. Según el Principado de Asturias, los hipnosedantes son las únicas sustancias que aumentan con la edad en la región: en veinte años, aproximadamente un 12%.