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Una ruta en auge que el Principado quiere impulsar

El paso de peregrinos por el Camino de Santiago en Asturias se triplicó en 10 años

Las rutas jacobeas suman cerca de medio millón de caminantes en lo que va de siglo y la senda primitiva es la preferida por delante de la de la Costa

El número de peregrinos que transitan anualmente por los 560 kilómetros de las rutas asturianas del Camino de Santiago se triplicó en la última década hasta superar las 62.000 personas, según los datos que maneja el Gobierno autonómico a partir de la afluencia a los 29 albergues diseminados por la región. El itinerario más concurrido en el Principado en lo que va de siglo es el Camino Primitivo, que sumó un total de 234.794 peregrinos entre 2000 y 2014, seguido de cerca por el de la Costa, que concentró a 230.957 personas. El primero cuenta con trece albergues. El segundo tiene once.

La afluencia en las otras dos rutas jacobeas de la región es considerablemente inferior a las principales. El Camino de El Salvador, que va del puerto de Pajares a Oviedo, sumó 1.759 peregrinos en el periodo de referencia, mientras que el de enlace entre la ruta costera y la capital del Principado tuvo 2.158 caminantes.

En total, 484.364 peregrinos pasaron por las rutas jacobeas de la región en lo que va de siglo. Esta afluencia, que se ha ido incrementado exponencialmente desde los poco más de 3.000 peregrinos de 2000, unida a la declaración del Camino Primitivo y del de la Costa como Patrimonio de la Humanidad, ha llevado al Ejecutivo regional ha lanzar un plan especial para potenciar el Camino. Los contenidos concretos del proyecto, en el que están implicadas seis consejerías, serán consensuados con el Arzobispado, la Delegación del Gobierno en Asturias, la Federación Asturiana de Concejos, la Universidad de Oviedo y las agrupaciones de amigos del Camino. Su objetivo es convertir estas rutas jacobeas, que pasan por 34 de los 78 municipios de la región, en un "gran eje cultural, turístico y de desarrollo", según el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez.

A falta de precisar las actuaciones, el proyecto persigue incrementar la protección jurídica del Camino, especialmente en algunos tramos como los de Aller y Lena, que están en trámites para ser declarados Bien de Interés Cultural (BIC), algo que ya logró el pasado año el itinerario que discurre por Noreña. El plan del Principado incorporará un perímetro de protección de treinta metros a cada lado de la ruta, en el caso de los trazados rurales. En las áreas urbanas están afectados los solares colindantes con el Camino. En las zonas protegidas resulta obligado contar con un permiso de la Dirección de Patrimonio para ejecutar cualquier tipo de obra, aunque sea menor, de acuerdo con una serie de parámetros arquitectónicos y estéticos que afectan, por ejemplo, a los materiales que se vayan a emplear.

También está previsto ejecutar actuaciones de conservación y protección, tales como mejoras en la señalización, el acondicionamiento de tramos en mal estado, la habilitación de trazados alternativos por motivos de seguridad, la restauración de bienes patrimoniales vinculados al Camino y la supervisión periódica del estado de la ruta. El impulso a la red de albergues, compuesta por 29 instalaciones, es otro de los grandes objetivos del plan regional jacobeo. Para ello, se regulará su funcionamiento y se pondrán en marcha medidas que mejoren su calidad, tales como la implantación de sistemas wifi de conexión a internet.

Para la promoción de las rutas están previstas campañas publicitarias, la creación de una página web específica y aplicaciones para dispositivos móviles. En todo caso, la intención del Gobierno regional pasa por colaborar con el resto de territorios que componen la macrorregión del Sudoeste europeo: Castilla y León, Galicia y el norte y el centro de Portugal. En conjunto, suman quince itinerarios jacobeos.

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