La Audiencia Provincial de Oviedo ha sentenciado que LA NUEVA ESPAÑA se limitó a informar sobre hechos de "indudable interés para la opinión pública" cuando publicó una serie de noticias relativas a la posible vinculación de Francisco Álvarez-Cascos con la trama corrupta "Gürtel", según lo que entonces sospechaba la Policía.

La decisión judicial concluye que en estas informaciones de LA NUEVA ESPAÑA "no se contenían expresiones o manifestaciones que pudieran calificarse de calumniosas o injuriosas", como sostenía el fundador de Foro y ex secretario general del Partido Popular.

Según el tribunal, la información aparecida en este diario en los primeros meses de 2013 sobre la investigación de la trama corrupta y relativa a Álvarez-Cascos "no va más allá de información periodística, en cierto modo necesaria, ante lo que era un tema puntual de rabiosa actualidad también recogido y difundido por otros medios de comunicación social sobre la base del contenido de actuaciones policiales y especialmente de informes de la UDEF" (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal).

La Justicia ha rechazado, sin posibilidad de recurso ordinario, la querella por injurias y calumnias interpuesta por el fundador de Foro contra ocho periodistas, directivos y firmas de esta casa, así como contra un dibujante colaborador.

El político asturiano consideraba injuriosas las informaciones relativas al "caso Bárcenas" y al "caso Gürtel" aparecidas en LA NUEVA ESPAÑA. Cascos se querelló no sólo contra los autores de la información. También llevó a los tribunales a periodistas que habían escrito artículos de opinión e, incluso, al dibujante y al guionista de una tira cómica publicada en este diario.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo decretó el sobreseimiento provisional de la querella de Cascos en julio pasado. Ya en aquel momento, la juez entendió que "en modo alguno se vislumbraban indicios delictivos en cuanto a los tipos penales objeto de querella y en especial de la animosidad e intencionalidad que ha de presidir la conducta sancionada en los mismos".

Tras sufrir el primer revés judicial, el líder de Foro recurrió y ahora la Audiencia Provincial vuelve a dar la razón a LA NUEVA ESPAÑA. La Sala, tras un "detenido examen" de la causa, considera que las informaciones publicadas por este periódico sobre el caso "no revisten las características de los delitos de calumnias e injurias imputados". En la sentencia añade, tras subrayar la condición de "persona pública" del político asturiano, que todo lo publicado por este diario se hizo "en el ejercicio de la libertad de expresión y, más concretamente, en el derecho a expresar y difundir información y ofrecer opiniones o puntos de vista acerca de un acontecimiento de indudable interés para la opinión pública, por afectar a cuestiones íntimamente ligadas a la vida política, relativas a los denominados casos Gürtel y papeles de Bárcenas y a la posible, en aquel entonces presunta, implicación en los mismos" de Álvarez-Cascos.

LA NUEVA ESPAÑA publicó puntualmente durante la última fase de la instrucción del "caso Gürtel" las sospechas que la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) reflejó en sus informes sobre la presunta relación entre Francisco Álvarez-Cascos y las iniciales P. A. C., que aparecían en la contabilidad de la trama, vinculadas al cobro de comisiones ilegales. Del mismo modo, este diario publicó, en cuanto estos informes se incorporaron al sumario, las sospechas policiales que desataron los pagos que una empresa de la trama de Correa hizo a una firma de Álvarez-Cascos. LA NUEVA ESPAÑA también informó sobre las distintas alusiones que los implicados hicieron al fundador de Foro durante sus respectivas declaraciones judiciales. Cuando estalló el llamado caso de los papeles de Bárcenas, este diario dio igualmente cumplida cuenta a sus lectores de todas las menciones que aparecían en la contabilidad oculta del PP a quien fuera vicepresidente del Gobierno y ministro de Fomento en los Gobiernos de Aznar y, ya extramuros del PP, fundador de Foro Asturias.

Una vez analizadas todas estas informaciones, que Cascos considera injuriosas, la Audiencia admite que éstas pueden resultar "molestas" o "desabridas" para las personas aludidas, en este caso el político asturiano. Sin embargo, subraya, "en modo alguno puede decirse que lleguen a la desmesura del insulto personal especialmente vejatorio ni menos aún a la difamación". La sentencia deja claro que las informaciones de LA NUEVA ESPAÑA "se limitan a trasladar a la información pública puntos de vista acerca de un tema de indudable interés general, transmitiendo la noticia, opinión o idea que se expone y que, en síntesis, viene a coincidir con la difundida oralmente por otros profesionales de la información y también en artículos periodísticos publicados a nivel nacional e incluso fuera de nuestras fronteras en idénticos medios".