En Madrid estaban a punto de sentarse a la misma mesa los equipos negociadores de IU, PSOE, Podemos y Compromís y en la Junta General del Principado, tirando de ese hilo, Gaspar Llamazares formulaba en voz alta una especie de "¿por qué ellos sí y nosotros no?". La respuesta quedó en el aire mientras el portavoz de IU, único apoyo del Gobierno del Principado, subía un punto la presión sobre su socio volviendo a emplazar al Ejecutivo a liderar una "recomposición" de la mayoría de izquierdas en Asturias y a atender una advertencia sobre el grado de cumplimiento de los acuerdos con los que las dos formaciones hicieron presidente a Javier Fernández.

Todavía no es tan grave, advierte Llamazares, como para "romper nada", pero sí "para exigir al Gobierno que cumpla los compromisos que ha adquirido con esta fuerza política, que de momento son la única hoja de ruta que tiene el parlamento, y que amplíe los apoyos para que en la Junta estas medidas sean mayoritarias y estables". La colisión de los deseos de la coalición contra la realidad de la prórroga presupuestaria y su choque contra la valla que separa al PSOE de Podemos se ha reiterado demasiado con algún resultado preocupante. "Hemos tenido más de una decena de reuniones para tratar de relanzar los acuerdos de investidura, e incluso para ir más allá de ellos", cuenta, y el balance es "en algunos casos positivo, en otros manifiestamente mejorable" y al final desafiante para la paciencia de la coalición. Javier Fernández, concluye Llamazares, "no se puede resignar a gobernar con un tercio de la Cámara. Sabemos de las dificultades, pero hemos visto que en Madrid es posible..." En Asturias, IU utilizará el viernes su turno de preguntas al Presidente para tratar de saber "qué piensa a hacer para lograr una mayoría parlamentaria estable".

Este amago de desavenencia entre socios era una oportunidad para afianzar el discurso de Podemos y ayer su portavoz, Emilio León, no la dejó escapar. Dio por probado que "IU, el único apoyo de Fernández, se está dando cuenta de que no se cumplen los acuerdos de investidura, de que no se ha eliminado la injusticia que supone el impuesto de sucesiones ni se hace frente a cuestiones reclamadas que son básicas" y apretó también desde su esquina las clavijas al PSOE: "Es el momento de que la FSA asuma que sólo hay una fuerza de cambio con los apoyos suficientes para dar estabilidad al Gobierno y que esa es Podemos. Tendrá que tomarse en serio el diálogo". Se dice León "abierto al diálogo", pero no "con un interlocutor sin garantías como el que ha encontrado IU", y salta la pregunta de si estaría dispuesto a sentarse a la mesa con el PSOE y la coalición. "En la mesa debe estar la sociedad civil organizada", afirma.